jueves, 23 de agosto de 2007

PAMPLONA MONUMENTAL



En estos tiempos confusos en los que la banca promueve la revolución (para rato se lo esperaba Bakunin...) y los socialistas renuncian a gobernar, cediendo gratuitamente el poder al capital, no por ello me deja de sorprender que las estatuas instaladas por el ayuntamiento tengan sponsor, que haya monumentos a la nada o que se organicen visitas turísticas a las cloacas.

Quizá muchos de los que visitan el atractivo conjunto monumental del encierro no hayan reparado en el logotipo grabado a ambos lados de la peana de una entidad crediticia de la comunidad (logotipo efímero, dicho sea de paso, pues el banco en cuestión ya cambió de marca) y ahora que el suelo de los ayuntamientos empieza a escasear, no sería mala idea la de añadir anunciantes al mobiliario urbano. ¿Se imaginan la estatua de Arazuri luciendo las excelencias de una marca de preservativos, la de Gayarre promocionando los 40 Demenciales o la de Los Fueros haciéndole publicidad a un arrebatador desodorante? Puede que nuestra avispada alcalde_esa haya reparado en el potencial recaudatorio de tal medida y nos tenga preparadas nuevas sorpresas.

Como la que muchos pamploneses se pueden llevar cuando descubren, justo encima de la entrada al parking de la Plaza del Castillo, a la siniestra de la estatua de Carlos III el Noble, la placa conmemorativa que la prestidigitadora de los trasteros hizo colocar subrepticiamente y sin la gloriosa y beata inauguración que requería la ocasión y que reza (nunca mejor dicho): "En este lugar-para siempre bendito-el día 21 de septiembre de 1946-año de Santa María-con el viejo rito que coronaba en la Catedral a nuestros reyes fue coronada reina de Navarra Nuestra Señora del Sagrario". No estaría de más preguntarse por quién fue coronada (¿Por el Jefe Local del Movimiento?) pero no por ello deja de ser una efeméride digna de ser recordada. Si señora.

Aunque para monumento (o reliquia u homenaje o vaya usted a saber cuál ha sido la motivación de la salvaguarda de ese cacho de pedazo de trozo de muro), los cinco metros cúbicos de muralla "integrados" en el primer piso del parking de la misma plaza y que viene a ser la muestra con la que el ayuntamiento sintetiza su forma de entender la conservación del patrimonio.

Los zunchos hormigonados que sirven de basamento a los retazos areniscos de corte radial, le dan un aire moderno a la par que rústico, conceptualizando los restos que compartieron yacimiento en esos ínfimos fragmentos: un menhir, los asentamientos prerromanos, las termas romanas, las necrópolis musulmana y cristiana, el castillo de Luis Hutín, el de Fernando el Católico, el convento de los Dominicos, el barrio de Zurriburru, el Teatro Principal, viviendas, murallas, pozos, talleres, etc. de los cuales no queda ni la sombra.

No obstante, la visita guiada que oferta el consistorio por la megagalería (4 metros de alto por otros tantos de ancho) que recorre gran parte del subsuelo del Casco Viejo, resulta tan atractivamente didáctica como digna de encomio: El Gran Tour de la Cloaca Máxima. Y como soy un descreído y nunca me han gustado las minetas, pues me quedo sin saber si hay rotondas dentro del subterráneo, doble carril, quitamiendos de los que no te cortan la pierna o el tantas veces ofertado y demandado carril bici.

Aunque seguro que estoy equivocado en mis apreciaciones y, vista la glotona naturaleza de los autóctonos en su nunca suficientemente ponderada gastronomía, necesitamos unas cañerías acordes con la mercancía que van a transportar, muy superiores a los preceptivos quince centímetros de diámetro que estandarizan el resto del planeta. Aquí todo a lo grande, hasta la mierda (con perdón).

¿Y qué decir del monumento sin sustancia que se yergue en la calle Ciudadela en la que dos gráciles figuras honran a la nada? ¿Cabe mayor trascendencia que otorgarle al vacío valor de homenaje? Pero si no es ése el sentido de mantener la peana vacía, se podrían buscar maneras de darle un nuevo e imaginativo uso. ¿Qué me dicen de hacer un momumento recambiable (o descambiable, como dicen algunos por aquí...) con el fin de congraciar las distintas sensibilidades de la ciudadanía?. Incluso podían dejarlo como está y colocar una placa en reconocimiento al Navarro Ausente.

Y por último, aunque no por ello de menor calado, ahí está la cripta funeraria en memoria de los que cayeron defendiendo el Alzamiento (¡vaya paradoja!). A pesar de la complejidad para convertir tamaña exaltación de dictaduras pretéritas en algo digerible para la población actual, se me ocurre que con una pequeña modificación podríamos salir del atolladero, buscando así un uso más civilizado y políticamente más correcto. Bastaría con cambiar el lema que luce su fachada NAVARRA A SUS MUERTOS EN LA CRUZADA por el de NAVARRA A SUS CAÍDOS... EN EL OLVIDO, convirtiéndolo en museo de personas famosas que han contribuido a la grandeza de esta tierra, pero que el tiempo ha relegado a un injusto ostracismo .

Los que peinamos canas, recordamos muchos personajes de la ciudad que fueron en su día célebres y muy reconocidos socialmente. Me viene a la memoria María, que vendía lotería en la Navarrería (siempre el 091), Jose María Izu_García, natural de Mendigorría, más conocido por Tonelada, capaz de ingerir tal inconcebible cantidad de vino con tan corta talla, que echaba por tierra la teoría de las medidas de capacidad. O Vaporino, cuya mala gaita era inversamente proporcional a su tamaño (diminuto), Hojalata que tantas manoletinas, pases toreros y desplantes regaló al respetable, alternando su arte de cuchares con el tintorro peleón, o Uve, el de la Meca, el quiosquero de los caramelos Tiramelapesa... y tantos y tantos otros que tan entrañables fueron en la historia de Pamplona.

Creo que estos son unos pocos ejemplos de los admirables monumentos con los que cuenta nuestra ciudad y que podemos ofertar a todos aquellos turistas que se acercan a fotografiar la fachada del Ayuntamiento, ver la curva de Mercaderes, llegar hasta la Plaza de Toros y de ahí al autobús.

En Pamplona/Iruña a 23 de agosto de 2007
Juanito Monsergas * (Domador de limacos)

miércoles, 8 de agosto de 2007

Boina y txapela


No quieren los socialistas
gobernar en coalición,
la lista nacionalista
es demasiado baldón.

A Ferraz piden permiso
aunque van sin convicción,
pesa más el vano estigma
que la unidad en la acción

Ya frunce Pepiño el cejo
exigiendo sumisión
“¡Que todo el mundo obedezca
o se atenga a represión!”

Niégase a formar gobierno
con quien quiere ser nación,
pues su identidad le impide
tamaña conciliación.

Se rompieron las promesas
de sincera integración,
lo que otros normalizan
es motivo de exclusión.

También queda en evidencia
su insistente afirmación
de no admitir injerencias
y acatar nuestra opinión.

¿No votamos en las urnas
para elegir nuestra opción
y no que en Madrid decidan
en flagrante coacción?

Según su terco criterio
no tenemos solución:
convivir boina y txapela
es inútil pretensión.

En Pamplona/Iruña a 7 de agosto de 2007
Juanito Monsergas

lunes, 6 de agosto de 2007

Boina versus txapela


La incapacidad de los líderes socialistas navarros por liderar un gobierno de izquierdas en esta comunidad, ha quedado diafanamente demostrada durante los dos meses transcurridos desde los últimos comicios.

Si la incomprensible cesión de la alcaldía de Pamplona a UPN-PP para no coincidir con los votos de ANV, encubría la negación de otorgársela a Nabai en las mismas condiciones que a los regionalistas (esto es, en minoría, sin querer pactar para gobernar el consistorio, con acuerdos puntuales donde se coincidiera programáticamente), la espantada en el pacto para liderar el prometido gobierno progresista ha colmado la paciencia de gran parte de la ciudadanía y de no pocos votantes y militantes socialistas.

Han pesado más en el PSN los escrúpulos identitarios de nacionalismo español que la voluntad de conformar un ejecutivo de mayoría social, evidenciando que, como bien dice mi compañera, los socialistas son a la izquierda lo que la homeopatía a la medicina.

Sus grandilocuentes declaraciones de liderar el cambio prometiendo acatar la decisión de las urnas para constituir un gobierno de progreso e integración, donde todos nos sintiéramos representados, han desaparecido como la bolita en los cubiletes del mago o el garbanzo bajo las cartas del trilero.

No ha servido de nada el compromiso de la coalición nacionalista de izquierdas de aparcar sus reivindicaciones vasquistas y su apuesta por hacer posible un gobierno alternativo a las cuatro legislaturas del rodillo de la derecha más ultramontana, avasalladora, mentirosa y desleal que puebla la piel de toro.

Al final ha calado más en la jerarquía socialista la boina españolista, funda mental de esencia patriotera, decimonónica y excluyente, que la posibilidad de darle a los ciudadanos lo que demandaban.

Y de esta manera, en una insólita pirueta política, han venido a coincidir con los postulados de ETA: la boina no puede convivir con la txapela.
Que PSOEZ.

En Pamplona/Iruña a 6 de agosto de 2007
Juanito Monsergas

jueves, 2 de agosto de 2007

Hasta la Coronilla





Mientras la familia Real veranea plácidamente en Palma de Mallorca unas merecidas vacaciones (agotador el protocolo y las recepciones, por no hablar del discurso de fin de año...), los magistrados han acabado por estar hasta la coronilla de las críticas, mofas y burlas contra el Jefe del Estado y familia, decidiéndose a abrir distintos procesos judiciales.

Se ha incidido en el carácter soez y de mal gusto, porque los príncipes en cuestión estaban en postura explícita. No sé que tiene de particular el asunto, pues si han de procrear, no conozco manera más satisfactoria de hacerlo ni más natural.

Pero el meollo del asunto es que se critica la anécdota (la pareja echando un quiqui) y el fondo del asunto pasa desapercibido (que a los ricos se les subvenciona con la misma cuantía que a los que tienen que hacer jeribeques para llegar a fin de mes).

Seguro que hay un montón de casos de gobernantes y celebridades, que han sufrido iguales si no peores afrentas y no han necesitado el concurso de los jueces.

La monarquía es una institución puesta (impuesta) como alternativa a la Democracia Orgánica del nacionalcatolicismo franquista, hereditaria, ajena al sufragio ciudadano y con unos cometidos y unas prebendas cuando menos discutibles. Además es la cabeza máxima del ejército, garante de la inamovible unidad de la patria y de sus esencias.

La no ingerencia en las cuestiones de gobierno, amén de ser imprescindible para que esto se considere una democracia, no creo que sea tampoco razón suficiente para que sus altezas y familia se vean libres de ser tratadas como personajes públicos que son y por tanto susceptibles de opinión, chanza y chufla. Es lo que tiene el cargo. Privilegios, pero también crítica.

No se hasta qué punto puede hablarse de libertad de expresión, si el carácter desmitificador de la caricatura y la propia transgresión de la sátira desaparecen.

Además: ¿Puede tambalearse la monarquía por una viñeta? Pues sí que es floja...

En Pamplona/Iruña a 2 de agosto de 2007
Juanito Monsergas