miércoles, 17 de diciembre de 2008

MÓVILES


Algún día un psicólogo avezado interpretará la manía de no parar quieto mientras hablamos por el móvil. Cuando el auricular estaba amarrado al aparato, pocos había que se moviesen del sitio mientras lo utilizaban. Liberados de las ataduras por obra y gracia del wifi, los usuarios del telefonillo y el manos libres nos explayamos arriba y abajo como zombis o locos hablando solos. En ocasiones un grupo de personas camina, cada uno con su cháchara telefónica, dando la impresión de estar hablando entre ellos.

El particular tono con el que la máquina alerta a su dueño, himnos, tonadas de moda, carcajadas enlatadas o imprecaciones altisonantes, nos sobresalta en los sitios más insospechados. La privacidad en las conversaciones ha desaparecido, no hace falta que nos pinchen el teléfono pues nos prodigamos a viva voz y, alguno, a grito pelado. No sé para qué usan el aparato: se les oiría sin conectarse.

Otros pulgarean mensajes electrónicos en una jerga indescifrable que amenaza la lengua de Cervantes. Si no descubren otra forma de dictar, nuestra escritura sufrirá una metamorfosis absoluta.

Es el progreso que nos empuja a estar conectados a cualquier hora y en cualquier lugar. A veces echo en falta aquellos tiempos en los que el que tenía un "móvil" era tan sólo un sospechoso y una “perdida” era algo muy distinto a una llamada sin respuesta.

En Pamplona/Iruña a 17 de diciembre de 2008
Juanito Monsergas

domingo, 14 de diciembre de 2008

Y VUELTA LA BURRA AL TRIGO...


A 30 años de la (al decir de algunos) “modélica transición”, políticos y sociedad siguen enzarzados en la polémica de retirar los símbolos religiosos de las dependencias de la administración del Estado. A pesar de los tres decenios de la declaración de España como estado no confesional, los crucifijos continúan exhibiéndose en escuelas públicas, consultas, y despachos y las ceremonias religiosas no han dejado de inmiscuirse en la vida pública.

La resolución de circunscribir la religión al ámbito privado, no sólo no se ha llevado a la práctica sino que pretende instaurarse como signo identitario cultural de todos los ciudadanos. La jerarquía eclesiástica pondera su insólita, arcaica y enfermiza opinión sobre política social con argumentos similares a los años hegemónicos del nacional catolicismo de infausta memoria. Los distintos gobiernos han perdurado el trato de favor hacia la religión del imperio, permitiendo injustas prebendas económicas y un papel predominante en la educación de nuestros vástagos. Como colofón a semejante trato de favor, se pretende dejar en manos de los gobiernos autonómicos el cumplimiento de unas normas en clara contradicción con los principios constitucionales.

La intransigencia católica califica de intolerantes a quienes pretenden relegar la fe a la vida privada, imponiendo su emblema en las aulas y presidiendo los centros donde se imparte conocimiento y saber universales.

Nada ni nadie les impide que sigan pontificando y beatificando la muerte y el sufrimiento como estilo de vida o que se encierren en una interpretación tergiversada y sui generis de unos textos que se pierden en la oscura noche de la ignorancia y la superstición, ni que alardeen de predicar mensajes contradictorios con su práctica diaria sobre bienes y economías. Ni siquiera se les pide revisión sobre aquello de lo que, con tanta impunidad e ignominia, se han adueñado a lo largo de los siglos. Tan sólo se reclama algo tan elemental como que no nos impongan a todos su esperpéntica doctrina, sus majaderas creencias o su arbitraria administración.

Para incidir en la vida pública primero han de aceptar las leyes de igualdad, libertad y respeto hacia el ser humano (hombres y mujeres), transparencia en los asuntos pecuniarios y elección de sus representantes democráticamente. Como civilizadamente hacemos todo cristo.

En Pamplona/Iruña a trece de diciembre de 2008
Juanito Monsergas

sábado, 13 de diciembre de 2008

AGUR MALKOA, BETIKO


Hay bares que son meros establecimientos de dispensación de bebidas y pinchos. Se entra en ellos con el único fin de aliviar una necesidad perentoria. También los hay que atraen a los clientes por la excelencia de sus productos, siempre abarrotados pero con poca interrelación entre dependientes y parroquianos.

Y los hay que son mucho más que eso: son lugares de reunión de una clientela que los considera una prolongación de su cuarto de estar. Uno no va a ellos por la excelencia en el servicio, ni porque sus banderillas hayan ganado certamen gastronómico alguno, ni por lo confortable de sus instalaciones. Va porque se encuentra en un ambiente en el que la charla amena brota sin esfuerzo, incluso ineludible.

Se platica de mil y un temas por el mero placer de comunicarse, de sentirse vivo con una gente que, a pesar de su distinto pelaje y extracción, se siente partícipe de una forma de entender la realidad; diferentes, heterogéneos, discrepantes incluso, pero armoniosos en la cotidiana comunicación vital.

Traspasada su puerta, el sentimiento de integración nos hacía sentir la pertenencia a un grupo tan consonante como diverso, pero siempre cercano y familiar. Su dilatada historia que ha visto mudar tantos cambios, ha sabido mantenerse como el primer día en una imposible conjunción inmutable y actualizada a la vez. El tiempo ha pasado por él como lo ha hecho en nosotros: sin estridencias pero inexorable.

Seguramente, aquellos y aquellas que nos dábamos cita en él, nos disgreguemos por otros locales en busca de esa relación fraterna que nos haga sentirnos parte de una existencia que inevitablemente se desvanece.

Mis sentimientos se amalgaman entre la nostalgia y el agradecimiento. Larga vida al Geriátrico. Que tu ausencia nos sea leve.

En Pamplona/Iruña a doce de diciembre de 2008
Juanito Monsergas

lunes, 8 de diciembre de 2008

MUDANZAS


Con una insistencia digna de mejores causas, la prensa nos agasaja día sí y día también con la ruptura de la derecha navarra: la feliz convivencia entre conservadores regionalistas y nacionales parece haber llegado a su fin tras años de cohabitación.

Apenas dos años desde aquella manifestación en la que aunaron sus esfuerzos por la defensa de la españolidad de esta tierra, el partido estatal ha partido peras con la agrupación foral a resultas del apoyo prestado por estos últimos a la aprobación de los presupuestos del estado del partido gobernante. Muchos han visto (y no hacía falta tener vista de lince para ello) que el sustento de las cuentas en el hemiciclo era el pago de los
diestros navarros al favor de los siniestros en la regalada formación del ejecutivo y la alcaldía tras las últimas elecciones autonómicas y municipales.

A los tímidos trasvases que han comenzado entre ambas formaciones, se añade la incertidumbre de dilucidar quien se erigirá en líder y cuál será la diferencia entre sus respectivos discursos. Me da la impresión de que el problema, más que de ideologías, será de poltronas.

No parece que la marca electoral de la derecha foral vaya a escindirse entre moderados y extremistas, entre conservadores moderados y Guerrilleros de Cristo Rey, aunque puede que si no cosechan un buen resultado en los próximos comicios, la ausencia de escaños a repartir, propicie una lógica separación entre ambas sensibilidades.

P.D.

Con este trasiego parlamentario, la
UTE de Nabai tiene muchas posibilidades de proclamarse primera fuerza política, pero me temo que seguirá sin posibilidades de gobernar. Mucho cambio para que, tras los pactos post electorales, todo continúe igual. ¿E IU? ¡Uyyyyy...!

En Pamplona/Iruña a 8 de diciembre de 2008
Juanito Monsergas

SOYLENT GREEN


Junto a noticias breves pero impactantes que aparecen a diario en la prensa, entre un maestro jamonero que rebana una loncha de 19 metros de largo y un individuo ilusionado en lucir su calavera en una representación de Hamlet, leo que una empresa holandesa recicla grasa humana para hacer galletas para el tercer mundo.

Siempre se ha dicho que la realidad supera la ficción y me viene a la memoria la película estrenada en 1.973 con el título “Cuando el destino nos alcance”, aquella del soylent green. Al final parece que la noticia no es más que un bulo lanzado en internet, no sé si para llamar la atención sobre el hambre en el mundo o para hacer una broma de mal gusto.

A pesar de las carcajadas de un amigo sorprendido de mi credulidad, tampoco me hubiera sorprendido que fuese verdad, pues casos igual de insultantes se nos muestran a diario: medicinas caducadas enviadas caritativamente por los opulentos a zonas catastróficas, electrodomésticos obsoletos que la generosidad de occidente revende a los países pobres, fábricas intolerablemente contaminantes que se trasladan a zonas deprimidas o basura que no podemos digerir en nuestra lozana civilización y que pagamos a países menesterosos para que la engullan...

La naúsea me corroe y, a pesar de disfrutar de esta privilegiada posición, hay momentos en que no me importaría flotar en el caldero de los salvajes antropófagos o ser pasto de los famélicos piratas somalíes si, bocado tan exiguo, resultase solución más fructífera que retrasar un instante la inanición de tantos humanos.

El destino nos alcanzará y nuestra exclusiva jaula de oro se convertirá en cárcel e inevitable despensa de los desheredados. Me consuelo pensando que, dada mi delgada constitución, no seré el primero al que le hinquen el diente.

En Pamplona/Iruña a 8 de diciembre de 2008
Juanito Monsergas