lunes, 23 de febrero de 2009

OCURRENCIAS


Tras el éxito en las predicciones de los últimos años sobre la críptica ciencia de la economía, analistas, empresarios y políticos, lejos de presentar dimisiones por los errores cometidos de cálculo y predicción, se afanan en promover nuevas medidas para paliar el descalabro financiero.

Recetas no les falta a tan insignes y privilegiadas mentes, como la del Gobernador del Banco de España que aboga por abaratar el despido con el benéfico fin de crear empleo. Mi obtusa mente nunca lo hubiera sospechado, pero la privilegiada información de la que goza, así como la agudeza razonadora que se le supone al cargo, me hacen respetar aseveración tan insólita.

Quizá haya que replantear los grandes problemas que acucian a la humanidad y siguiendo argumentación tan extraordinaria podamos reducir el Co2 de la atmósfera abaratando las emisiones, acabamos con el hambre en el mundo subiendo el precio de los alimentos o detengamos los conflictos bélicos rebajando el precio de las armas.

Con socialistas así, ¿quien necesita conservadores?

Suyo, afectadísimo:
Juanito Monsergas

lunes, 16 de febrero de 2009

La hoz y el hisopo


Tras el intento del (socialista) presidente del Congreso de colocar una placa conmemorativa a una santa en el hemiciclo y los continuos paños calientes que aplica el gobierno (socialista) de este laico Estado a la jerarquía vaticana, el alcalde de Zaragoza (también socialista) pretende ponerle a una calle el nombre del fundador del Opus Dei.

Aduce el seguidor de Pablo Iglesias que el conde de Peralta fue “uno de los aragoneses más importantes de la segunda mitad del siglo XX”, que “una calle no se pone por consenso sino por méritos” y que “un santo tiene méritos, nada menos que eso, ser santo”.

En mi humilde razonar, si un mérito no está consensuado ya empieza a ser dudoso, como dudosos son los merecimientos del que fue consejero espiritual del Caudillo y Pinochet: colaborar en regímenes totalitarios, construir una secta mafiosa para controlar a sus adeptos acumulando poder y riquezas e infiltrarse en la curia romana, precipitando a la iglesia católica por la pendiente del integrismo más reaccionario.

Por la misma regla de tres podía haberle otorgado la calle al generalísimo Franco, que ese si que fue importante y decisivo en la España del siglo XX. Seguro que entre sus amistades, no faltan quienes lo consideran digno de tal encomio.

Comoquiera que numerosos correligionarios del insólito edil izquierdista han mostrado su perplejidad, vergüenza e indignación por su actuación, no me extrañaría que cabeza tan selecta, imparcial y consecuente (como no podía ser menos viniendo de donde viene) alumbrara un nuevo partido, el PSOEZ: Partido Sociolisto Obscenamente Esperpéntico de Zaragoza. Y a gobernar por hisopos.

Suyo, afectadísimo
Juanito Monsergas

sábado, 14 de febrero de 2009

LA FAMILIA


Varios medios de comunicación se han hecho eco últimamente de la trama de espionaje, contraespionaje y recontraespionaje existente en la comunidad capitalina y que tiene como protagonistas a altos cargos del gobierno autonómico.

Más allá del bochornoso y zafio espectáculo, trasciende la práctica de reparto de cargos como estilo de vida: el Director Gerente del Canal Isabel II tiene colocada a su señora, su amigo es el presidente (cuyos hermano y cuñado son beneficiados del campo de golf), también están en el ente dos hijas de su colega de safari, así como el primo de la lider_esa (subdirector de márketing) y el hermano del Consejero de Interior, por no hablar de su mujer (Consejera de la Cámara de Cuentas) y de su cuñado (Consejero de la Empresa Difusora de la TDT...

Uno se pierde entre tanto parentesco económico-familiar e incestuosa consejería, aunque habrá que admitir que el interés por la familia que tan recurrentemente pregonan, parece totalmente justificado e incluso sincero.

Ya lo decía Don Vito: la familia es lo primero.

Suyo afectadísimo:
Juanito Monsergas

lunes, 9 de febrero de 2009

"Vivos y muertos, todos son nuestros..."


Han tenido que pasar 17 años para que, tras un eterno proceso judicial, se le haya dejado morir en paz a una muchacha italiana en coma irreversible a consecuencia de un accidente de tráfico.

El dolor de un padre por la pérdida de una hija en la flor de la vida, se ve agitado por la irresponsable soflama de sectores integristas que, mezquinamente, aprovechan la ocasión para hacer campaña de sus simplones e irreales argumentos.

La jerarquía católica y parte del ejecutivo italiano con su presidente a la cabeza (que ha demostrado tener la moral y sensibilidad de una mantis religiosa, que primero se beneficia al prójimo y luego se lo come), se han erigido en defensa de una vida que no es sino girones de carne enchufados a una máquina, con el exclusivo fin de propagar una doctrina reinterpretada una y mil veces y que niega a todos (parroquianos y extraños) la posibilidad de decidir en su última etapa vital: la muerte.

Se declaran defensores de la vida, pero su discurso exalta la agonía y el sufrimiento. Si tan convencidos están de que la mortificación y el dolor son dignos de encomio (como así lo atestiguan innumerables mártires y un dios que se deja morir por nosotros), sigan su ejemplo e inmólense en las áuricas estancias vaticanas. Igual hasta recupero la fe.

Suyo, afectadísimo
Juanito Monsergas

YO TAMBIÉN


En estos tiempos confusos en los que los culpables de las matanzas son las víctimas que utilizan a sus hijos como escudos (lo cual no es óbice para que mueran ambos), los apóstoles de la Verdad Absoluta apelan a la libertad para segregar escuelas subvencionadas y las lideresas se investigan a sí mismas, el presidente de la AEB española, Miguel Martín, en una pirueta argumental sin parangón, nos echa la culpa de la crisis a los consumidores.

Afirma, sin que le salte la risa, que los consumidores somos responsables de haber suscrito el endeudamiento excesivo que, sus asociados, nos ofertaban con incansable persistencia: crediconsumo, credicoche, credivacaciones, crediaportaciones a planes de pensiones... ¡créditos concedidos incluso antes de solicitarse!

Los depósitos donde metían nuestros ahorros, tenían amañadas sus catalogaciones y nadie sabía en qué se invertía realmente. La culpa es nuestra por creernos lo que nos decía el “gestor comercial” de turno. Él nos mentía, pero los que nos engañábamos éramos nosotros.

Afirma el agudo banquero que dieron la voz de alarma al gobierno sobre la burbuja inmobiliaria. Lástima que fuera demasiado tarde, cuando las cuotas de los hipotecarios se habían disparado a límites insoportables y los plazos se ampliaban hasta los 45 años (¡Toda una vida!).

No cree que haya que aplicar las mismas recetas que otros países, a pesar de que han comercializado los mismos “productos” en una economía totalmente globalizada y en la que, a día de hoy, se desconoce el montante de la estafa, perdón de las minusvalías. Diga un número del 1 al 30 y seguro que se queda corto.

Está claro que si tiene que elegir entre la supervivencia de la economía real y la del sistema financiero (que les ha permitido ganar en 2008 20.000 millones), el ecuánime y ponderado usurero lo tiene decidido. Para ser sincero, yo también.

Suyo, afectadísimo:
Juanito Monsergas

sábado, 7 de febrero de 2009

Comprar, usar... tal vez copiar


Las compañías discográficas se quejan de que han disminuido sus beneficios un 25%. La peña se descarga de la red la música y las películas que ellos dejan de vender y de paso sustrae a la SGAE sus suculentos honorarios. Anuncios impactantes, equiparando la copia de material audiovisual con el robo y el atraco, pretenden concienciar a la gente para que abandone dicha práctica.

El espectacular crecimiento de la industria del entretenimiento y la expansión de conexiones de banda ancha que posibilitan descargarse cualquier contenido en la red, no han conseguido que las empresas del sector se replanteen una adecuación de los precios de venta, sino que han optado por añadir un canon a todo aquel material susceptible de albergar pirateo alguno, transformándonos a todos en delincuentes.

Pero el canon no tiene visos de sustituir a la sanción, con lo que la multa se añadiría a la tasa. Bonito negocio. Tal abuso recuerda aquellos injustos castigos escolares aplicados cuando no salía el culpable de alguna trastada y que se extendían a toda la clase, convirtiéndonos a todos en cómplices.

Puesto que el negocio del ocio me ha iniciado en la carrera delictiva, procuraré estar a la altura y no defraudarle: ¡cuidao con las carteras!

Suyo afectadísimo :
Juanito Monsergas