TRÁMITE

Superado el “puro trámite” por su alteza y dilucidado ya si iba a dar pasitos cortos, saludar con la mano, sonreír melifluamente o vestir un sencillo conjunto azul cobalto acorde con la corbata de su ejército de abogados, la presunta “princesa corrupta” ha demostrado tener una memoria de lo más débil y unos conocimientos profesionales realmente escasos, lo cual no es óbice para que los medios de comunicación se centren en el personaje y no en los (presuntos) delitos cometidos.

Es de suponer que no habrán escatimado gastos sus majestades en la educación de la infanta que, me atrevería a asegurar,  ha cursado sus estudios académicos en los más selectos colegios y universidades del mundo, por lo que cuesta creer que, la séptima sucesora al trono de España, no estuviera al tanto de los negocietes que se traían entre manos su real consorte y el socio de éste, Diego Torres, en su maraña de sociedades ficticias, que firmara lo que le dijera su marido sin entender ni preguntar nada, que desconociera si pagaba al servicio de su cuenta o lo hacía la empresa que llevaba a medias con su esposo, si las cuchipandas y regalos iban con cargo a sus emolumentos o los astillaba Aizoon, si las obras y decoración del chalete se cobraban de una u otra cuenta ... y el resto de actuaciones de los últimos años que pudieran ser catalogadas de fraude fiscal y blanqueo de capitales.

Bien, como todas estas cuestiones parece que seguirán el exquisito, imparcial y sosegado “trámite” de la justicia, gracias a dios, es de suponer que, pasado el ”vendaval mediático”, podamos volver sin más tardanza a los asuntos que verdaderamente preocupan a los españoles: la Liga, La Champions, el Mundial, la Intertotos...

Suyo, afectadísimo: Juanito Monsergas