domingo, 7 de abril de 2024

LOS CAIDOS

 

Homenaje a los que se alzaron y cayeron peleando contra el orden constitucional, bastión de la Zona Nacional de una ciudad que, a fuerza de años, aún no consigue librarse de su rancio estigma. Pamplona clima sano: curas en invierno, toros en verano.


Monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada para que no se olvide qué muertos son dignos de recordar y cuáles de olvidar. Refugio de nostálgicos que fabrican un pasado a su medida despreciando el dolor ajeno, retorciendo la historia para acomodarla a su legado y blanqueando sus coqueteos nazis. ¿Saludos fascistas? Estarían llamando a un taxi...


Las pinturas de Stolz ensalzan al bravo rey cruzado destruyendo con su maza cristiana las cadenas que protegen el yugo sarraceno; retratos viriles portando enseñas y crucifijos de la Navarra guerrera y religiosa que da su vida por Dios y por la Patria: Deus lo volt. Dios me arma.


En sus entrañas la cripta ya no alberga los restos de sus mártires. Exhumados los cuerpos ochenta años después del golpe militar y cuarenta de democracia luce, cincelada en sus paredes, una cita bíblica (1 Macabeos c.3 v.59) mal transcrita, quizá como venganza de un cantero desafecto o de una sintaxis mal digerida: “Porque es preferible morir en combate que no ver el exterminio de nuestra nación y del santuario”. ¿Acaso es mejor fenecer en la contienda si NO desaparecen patria y templo? Si NO vemos cómo se destruyen el país y la iglesia ¿escogemos fallecer en la batalla?. ¿Preferimos dejar este mundo si NO contemplamos la destrucción de la patria y la basílica?. Algo le bailó en la cabeza a quien diseñó el epitafio.


Hoy se debate su demolición: hacerlo desaparecer definitivamente o reconvertirlo en un lugar de memoria colectiva e incluso darle una función ajena al conflicto. ¿Añadir a la lista de los muertos en la Cruzada los nombres de las 3.500 personas asesinadas en la retaguardia? ¿Repintar los frescos con bucólicas escenas costumbristas? ¿Sustituir los lemas cincelados por otros más sensibles y políticamente correctos? ¿Trasladar el planetario para darle sentido a su cúpula? ¿Buscarle un uso más acorde con los tiempos actuales y montar una moderna discoteca o un establecimiento hostelero para degustar las excelencias gastronómicas de nuestra tierra? O mejor aún, ¿Instalar un parque temático de lo que supuso el Alzamiento, la guerra y la dictadura con recreación de trincheras, frentes, bombardeos, matanzas, campos de concentración, ensañamiento...?


No creo que se necesite inteligencia artificial para llevarlo a cabo: bastará con estupidez natural .


Suyo afectadísimo: Juanito Monsergas


Otros mundos...

 

Asistimos desde hace ya seis meses a una masacre del pueblo palestino que raya lo indecible: más de 30.000 muertos de los cuales dos tercios son mujeres y niños. El gobierno israelí gana por puntos a Hamás por 30 a 1. Últimamente las muertes diarias se han reducido de 330 a 110. Después de seis meses de marear la perdiz ¿estarán, por fin, las “conversaciones al máximo nivel” dando sus frutos?.


Las imágenes de poblaciones desesperadas ante una carencia generalizada, escenas dantescas de exterminio y desolación, hospitales caóticos incapaces de digerir la avalancha de cuerpos inertes y dolientes. “Justa respuesta al ataque contrario” ladran los que resucitan agravios de su historia y hoy aniquilan barrios enteros. Apartheid denunciado por Sudáfrica, mientras el ejercito israelí aplica indiscriminadamente su “Operación Espadas de Hierro” como respuesta a la “Tormenta de al-Aqsa” de Hamás.


En esta banalización cotidiana del horror podemos perder la esencia que nos hace humanos. Si nacemos ¿tenemos derecho a vivir? ¿Cuántos daños colaterales se necesitan para matar a un terrorista? ¿De verdad necesita tu dios tanta ofrenda de muerte y agonía? ¿Perpetuamos el odio hasta el infinito y más allá, con la vana esperanza de que desaparezcan los agravios, la inseguridad, el miedo? ¿Se podrá llegar a olvidar la masacre que está ocurriendo al fondo del Mediterráneo?


Las voces que apuestan por el diálogo y la coexistencia, aun las propias, son tachadas de antisemitas y de apoyar al terrorismo: el terrorismo se combate con más terrorismo y para disculpar el propio terrorismo que hay que aplicar para combatir el terrorismo, lo mejor es decir que todos ejercen el terrorismo y que nuestro terrorismo está justificado porque es terrorismo como Dios manda. Terrorismo al cuadrado.


Y la patria: ¿Hay que edificarla sobre tantos cadáveres? ¿De verdad que necesita tan descomunal sacrificio? ¿Por dónde queda la patria común de la humanidad? ¿También nuestra patria vende armas a los que masacran a la población?


Asistimos a este espeluznante espectáculo rodeados de Eurovisiones, princesas enfermas que conmueven a sus vasallos, reyes, artistas y deportistas arrimados a la OPEP, obscenos dueños del planeta que imponen el ritmo de pobreza, la Tierra consumida por un trasiego mercantil desenfrenado, cumbres borrascosas de altos dignatarios al parecer tan preocupados por la situación como incapaces de hacer algo al respecto... Hay otros mundos pero están en éste.


Suyo afectadísimo: Juanito Monsergas