viernes, 11 de enero de 2019

¿SE PUEDE PEDIR MÁS?


Entre todos lo mataron y él solito se murió. Esta es la impresión que he sacado tras asistir el Jueves 9 de enero al Pleno Municipal en el que se debatía la aprobación de los presupuestos del 2019 y las alegaciones a la normativa de pisos turísticos y residencias eventuales, entre otros asuntos.

Unos achacan a otros haberse saltado el acuerdo alcanzado, otros achacan a unos chantaje con los presupuestos, aquellos dicen que no existe problema de turistificación en la ciudad y que hay que promocionar los establecimientos hoteleros y hosteleros porque son el motor de la economía, los de más allá insisten en liberalizarlo todo y los de acullá no ven problema en permitir extender la oferta hotelera sin límites. El vecindario  observa una vez más como el valor residencial de sus viviendas mengua día a día con cada nueva actuación de los grupos municipales.

Parece que nadie quiera ver que muchas calles del Centro Histórico son un bar a cielo abierto de jueves a domingo con escándalo, suciedad y evacuaciones callejeras incluidas, que las cafeterías funcionan como discotecas, que las degustaciones de café, en ciertas fechas del año, cambian el café por el cubata, que las heladerías sirven cerveza y vino a la par que helados de tuti fruti, que las tiendas de chuches  en realidad son licorerías, que el espacio ciudadano se reduce obsesivamente cada día que pasa con nuevas terrazas que pernoctan en la vía pública saltándose la normativa existente, que el ruido de bares y clientela impide dormir a la gente de este barrio, que hay un sustancial aumento de maletas que ruedan cada fin de semana por nuestras calles concentrando gran parte de pisos turísticos muchos de ellos ilegales y que grandes grupos de inversores van a la caza de bloques enteros en busca de rápidos y pingües beneficios, que los que propiciaron la burbuja inmobiliaria arruinando nuestras modestas economías, grupos de inversores en los que no faltan promotores, constructores, transportistas... ahora se dedican a inflar la burbuja hostelera. Todos dicen que es un problema de difícil solución. De difícil solución es la secuenciación del genoma humano. El que la gente consuma dentro de los límites del bar es tan sencillo como respetar el código de circulación o la ley de prevención del tabaco. Para conseguirlo lo primero que hay que hacer es intentarlo y está claro que este equipo de gobierno no lo ha hecho (el anterior tampoco pero de eso hace cuatro años).

Instaurada de facto una discoteca a escasos tres metros del Ayuntamiento (y además en terreno municipal) ahora, y justo en el otro lado de la Plaza de Los Burgos, se dará licencia a un albergue de 277 plazas que, aseguran, alojará turismo familiar, civilizado y correcto y, como no podía ser de otra manera, incluirá una cafetería y una terraza anunciada hace ya meses, diseñada infográficamente y publicitada por la prensa local. A ningún grupo municipal le gusta la idea del hostel UNZU, excepción hecha de UPN que habla sin complejos y quizá sea el único sincero de ellos, pero entre todos han propiciado que el proyecto salga adelante.

Mientras tanto el barrio sigue perdiendo residentes y ganando visitantes para mayor beneficio de inversores y rentistas. Sus vecinos malvenden sus pisos para escapar de la quema y los chavales desparecen del barrio mientras los alquileres suben a precios desorbitados. El optimismo de los beneficiarios del ocio hostelero crece convirtiendo el sueño de Barcina de hacer del Casco Viejo una galería comercial de bares y discotecas en una realidad llevada a cabo precisamente por los grupos “progresistas” de Iruña. ¿Se puede pedir más?

Suyo, afectadísimo: Juanito Monsergas

FIAMBRE


Como si fuera un problema nuevo, nos ha caído encima la preocupación de dónde hay que meter a la momia del Caudillo. Muerto hace ya más de cuarenta años y aún estamos con problemas para ubicar su lugar en la tierra... y en la historia. Los monjes que custodian su tumba se amohínan al rumor de un incierto traslado y, encabezados por un declarado falangista, oponen férrea resistencia: la cruz y la espada.

No cabe duda de que figura tan señalada en la memoria de la gloriosa monarquía española pertenece al acervo de todos y cada uno de los españoles, las españolas y los españolos y por tanto, la figura de su excelencia Francisco Franco Bahamonde, está exenta de derechos de autor, uso, comercialización y disfrute. Si algo hemos aprendido de la crisis económica de los últimos años es que donde hay un problema hay una oportunidad. Hacer de la adversidad virtud. Ser positivo. El muerto ya no puede hacer mal a nadie así que lo mejor es sacarle provecho. 

Con este legado seguro que podemos ofrecer al mundo nuestro papel de reserva espiritual de occidente y despertar una ola de adhesiones y entusiasmos en Europa y en el mundo entero que promueva el merchandising, el coworking, el crowdfunding,  el confunding... 

Hay que revitalizar el sector turistico-histórico con una variada oferta de mercaderías, visitas guiadas a las tumbas y a las trincheras, exposiciones itinerantes (tanto que le gustaba a su excelencia el “movimiento” ¡lo podíamos llevar en peregrinación perpetua por toda España!), escenificaciones pintorescas con figurantes, recreaciones de batallas, ejecuciones en tiempo real, checas, paseíllos, sin olvidar el gaiming, el paintball, la virtual reality...

No hay porqué circunscribirse a ningún emplazamiento. Usémoslos todos. El Valle de los Caídos, La Almudena, el Bernabeu, todos y cada uno de los monumentos emboscados que aún quedan repartidos por nuestra geografía patria y construyamos nuevos como si fuesen antiguos. Allá donde haya un patriota habrá una atracción turística. 

Leo en un periódico que Cubillas de Rueda, en la provincia de León, ofrece su camposanto para albergar los restos de Su Excrecencia. Pues con su pan se lo coman.


Suyo, afectadísimo: Juanito Monsergas