viernes, 7 de agosto de 2020

Juan Carlos I ¡Presente!... y ausente.


No se entiende muy bien cómo a alguien investigado por las fiscalías suiza y española por corrupción y blanqueo de capitales se le permite lo que en lenguaje cheli se conoce como “darse el abierto” e irse al extranjero. Nada como la grandeza de la patria, aunque la del extranjero parezca ser aún mayor. ¿Blanco y en botella?. No, negro y en maleta.


Numerosos han sido los chanchullos que a través de los años han florecido a pesar de los intentos de los servicios secretos españoles por encubrirlos; la prensa ha silenciado sistemáticamente, de buen grado o aleccionada persuasivamente, las maniobras financieras del monarca, aunque, finalmente, no hayan conseguido ocultarlas debido a las informaciones proporcionadas por tabloides extranjeros y a la aparición de su nombre en procesos judiciales en Suiza y en España, aireando alguna de las últimas “mordidas” del monarca.


No han faltado voces reclamando que, el dinero en cuestión sea destinado a fines sociales o donado a la Sanidad. No parece lo más adecuado obviar la rendición de cuentas imprescindible en la máxima autoridad de un país, ni mucho menos saldar las irregularidades y posibles delitos con una donación que, encima, le lave la cara, renunciando a conocer la verdadera dimensión de sus tejemanejes. Otros intentan desligar sus actuaciones de la institución monárquica, aunque resulta difícil creer que el actual Jefe del Estado desconociera los negocios de su abdicado padre. O está muy mal informado o....


De cualquier manera, por muchas fechorías, desmanes y perjurios que haya cometido desde que juró lealtad a los principios de la dictadura franquista hasta la carta enviada recientemente a su hijo intentando lavarse la cara, no son el meollo del asunto. El fondo de la cuestión está en la Constitución que, en su artículo decimocuarto señala que: los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social, aunque en el epígrafe 56.3 asegure que La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad.”


Me cuesta entender cómo se puede afirmar lo primero si se acepta lo segundo, a menos que el que ha sido Jefe del Estado durante cuarenta años en realidad... no sea español y venga del planeta Raticulín, ¡que todo podría ser!.


Suyo, afectadísimo: Juanito Monsergas



2 comentarios:

  1. Dominas hasta el lenguaje cheli...que grande Juanito...el monsergas , no el carlitosI

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  2. Más alto se puede decir, pero no más claro, aunque no sirva para nada, de eso ya se ocupan los verdaderos poderes, a los que estamos sometidos, Un Jefe de estado nombrado a dedo por el dictador Franco, al cual el inclito Jefe de Estado, juro obediencia a los fueros fascistas, y que en la transición nos lo tuvimos que comer con patatas, y como en una entrevista, secuestrada al conocimiento de los españolitos, realizada a Adolfo Suarez, en la que se le preguntó porque no se había realizado un referendum, sobre Monarquia o República, el Exministro franquista, contestó "No se hizo porque la monarquia habria perdido. PUES ESO ARRIBA ESPAÑA

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