sábado, 12 de enero de 2013

QUEREMOS SABER

Aunque dudo mucho que sus explicaciones en la hipotética comparecencia que ha ofrecido dar en el Parlamento, aclaren el despilfarro que ha llevado a la CAN a su ruina, no estaría de más que contestase las preguntas que muchos clientes y empleados nos hemos hecho en los diez años que usted ha guiado la entidad.

¿Cuánto costó la remodelación de todas y cada una de las oficinas para darle esa imagen corporativa de tan exiguo recorrido? ¿Y las campañas publicitarias del alce?

¿Cuántas plusvalías latentes y reservas acumuladas se han ejecutado para sufragar sus megalómanos proyectos y “ajustar” los balances de su trayectoria empresarial?

¿Cuánto han costado los fichajes de alta dirección y cuanto se han llevado en la década prodigiosa, usted y su equipo directivo, sobresueldos y contratos blindados incluidos?

¿Cuánto se “ahorró” la caja con las apresuradas prejubilaciones y las subsiguientes nuevas contrataciones? ¿Cuántos clientes se han perdido desde que entró a dirigir la CAN?

¿Cuánto han costado los viajes que tan graciosamente organizaba a capitales europeas, no se sabe muy bien con qué motivo, pero sí la generosidad de sus invitaciones?

¿Cuánto costó el proyecto de San Cristobal? ¿Y el del inhabitado restaurante que montó en la oficina de Carlos III? ¿Cuántas veces se remodeló la cuarta planta donde usted y su staff pergeñaban su estrategia?  ¿Cuánto ha costado el chalet de la Magdalena y sus “fructíferas” sesiones de Vialogos, Savialogos...?

¿Cuánto costó la alocada expansión que usted protagonizó y todo su equipo alabó sumisamente, hasta superar fuera de Navarra el número de oficinas existentes en la Comunidad? ¿Cuánto costó dotar a todas esas oficinas de medios y personal? ¿Cuánto se invirtió y cual ha sido su rentabilidad? ¿Cuanto ha costado realmente la inoperativa sede de Whasington?

¿Qué opciones se barajaron antes de decidir fusionarse con Caja Burgos y Caja Canarias, para que nadie le hiciera sombra y poder seguir siendo el director general del engendro, antes de constituir la nefasta Banca Cívica, obligado por el Banco de España a incluir Cajasol?

¿Cuánto ha costado la sede de Plaza de Colón y su fastuoso ático? ¿Cuánto ha costado el avión privado que utilizaban usted y el otro copresidente de Banca Cívica para sus desplazamientos?

La debacle de Caja Navarra empezó mucho antes de su salida a bolsa, mucho antes de sus escarceos con Wachovia Bank o JC Flowers: empezó con el nombramiento (imposición) de su persona como director de la CAN por el presidente del Gobierno de Navarra Miguel Sanz.




Suyo, afectadísimo: Juanito Monsergas

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