sábado, 26 de agosto de 2017

CONVIVENCIA


Nuestras ciudades y barrios se llenan de diversidad. Hace años que las calles han sido invadidas por coches y vehículos a motor, pero últimamente las aceras, feudo peatonal mientras no se demuestre lo contrario, también son ocupadas por otros tipos de máquinas que proliferan de manera, a mi entender, poco reglada, a menudo caótica y poco respetuosa para el viandante. 

Los hay que, perfectamente ataviados, circulan con sus bicis (eléctricas pero también con motor de alubias) por aceras y calzadas con mayor o menor prisa y pericia. Otros, más ancianos, conducen sus sillas de ruedas eléctricas o empujadas por cuidadores, salvando obstáculos, incapaces de moverse de forma autónoma. Los más jóvenes y avezados comienzan a utilizar una serie de artilugios tan variopintos como innovadores: skaters, hovewrboards, segways, ruedas autopropulsadas, patines y patinetes eléctricos de todo tipo, modelos y precio... así que los pobres peatones vemos invadidas las aceras (donde las hay y la calzada no es un todo uniforme) por gente motorizada que complica nuestro cotidiano deambular urbano.

¿Existe normativa al respecto? Viendo como aplica el ayuntamiento la reglamentación existente sobre el espacio público, dudo mucho que ni siquiera contemple redactarla. Porque me parece muy bien que cada uno se compre lo que su cartera le permita y tenga cuantos caprichos y aficiones se proponga, siempre que mi espacio vital, autonomía, ritmo existencial y dignidad no se vean afectadas. Nadie puede, a excepción de las emergencias justificadas y el bien común consensuado, invadir el espacio que cada uno tenemos para vivir y ejercer nuestras propias necesidades. Nadie tiene derecho a acelerarnos por su propio capricho o actividad. Nadie debería ocupar, asediar o violentar nuestra existencia por mera  ocurrencia o entretenimiento. Y esto es algo que, en los últimos tiempos, parece que se nos olvida. El espacio propio, la dignidad y el respeto al prójimo.

Me parece muy bien que quieras tener una mascota pero deberías de llevarla sujeta para que yo no tenga que compartirla, porque puede que yo tenga alergia, miedo o simplemente no me gusten (y limpiar sus deposiciones, que a veces se te olvida). Estás en tu derecho de andar en bici, pero si vas por la acera deberías tener claro que la prioridad es del peatón y amoldarte a la velocidad de éste. Entiendo que estés trabajando y quizás estás muy atareado pero yo no tengo la culpa ni debo moverme a tu ritmo. Celebro que te hayas comprado ese coche tan chulo y te guste hacerlo rugir pero te recuerdo que, esa tonelada de chatarra lanzada a la velocidad que manejas, mata y que más de la mitad de las personas muertas por atropello lo es en pasos de peatones. Admiro la potencia de ese altavoz portátil tan potente como diminuto que utilizas para escuchar esa música que te vuelve loco, pero a los que estamos alrededor también nos vuelve locos aunque por otro motivo. Te agradezco que me quieras hacer partícipe de tus juergas y marchas nocturnas, pero prefiero descansar un piso más arriba y me gustaría que lo hicieras dentro del local y a ser posible que éste controlara sus decibelios y aislamiento para no forzarnos a los vecinos a participar en tan divertida jarana.

Me gustaría que el espacio público fuera eso: público y no de un gremio o empresa concretos y que una parte de la población no lo monopolice a su gusto. Respeto tus creencias. por muy insólitas y estrambóticas que me parezcan, pero te agradecería que no me las impongas y que hagas tus ceremonias en locales privados y no en medio de la calle.

Todos somos iguales y diferentes al mismo tiempo así que estaría bien que nos respetásemos unos a otros y nos molestásemos lo menos posible. Estaría bien CONVIVIR.

Suyo, afectadísimo: Juanito Monsergas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario