viernes, 29 de mayo de 2009

LEY Y DESORDEN


Se suele ver con injustificada aquiescencia los alborotos causados por hinchas y aficionados al balompié que, cual horda salvaje, alteran la paz ciudadana, practicando desmanes, destrozando el mobiliario urbano y desarrollando actitudes violentas de forma gratuita.

Y no digamos cuando, irremisiblemente, un equipo se declara vencedor: sus seguidores organizan tal follón que precisa la intervención de la fuerza pública para refrenar... ¡su alegría!. Aun si perdiesen se entendería tamaña brutalidad, pero ganando...

Ya que estamos en época electoral, otorgaré mi voto a quien, aplicando la legislación vigente, haga respetar las normas de circulación y aparcamiento en los alrededores de los campos de fútbol, establezca las sanciones pertinentes por comportamientos delictivos en los estadios (incluidos los autores intelectuales, por llamarles de algún modo) y aplique las medidas adecuadas para que no se altere la tranquilidad ciudadana y la normal convivencia social cada vez que a los forofos les da por celebrar algo.

Los sinvergüenzas se forran, los paraísos fiscales se saltan las leyes que les da la gana, las empresas echan a sus obreros a la calle y el planeta enferma ahogado en su propia mierda, pero podemos estar contentos porque una cuadrilla de millonarios en ropa interior ha hecho pasar una pelota bajo un larguero... ¡dos veces!

Suyo afectadísimo: Juanito Monsergas

1 comentario:

  1. Plenamente de acuerdo contigo y ahora que en los telediarios nos bombardean con los fichajes de final de temporada y los precios que se pagan por los que visten de corto, siento vergüenza, rabia, indignación....y el hambre en el mundo "comiendo" terreno como la desertización de nuestro planeta ferran

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