viernes, 12 de marzo de 2010

BUFÓN Y REY_NCIDENTE

(Contra réplica a la réplica publicada en Diario de Noticias de Navarra el 12/03/2010 bajo el título: Esclavos, siervos, vasallos, lacayos y un bufón)

Estimado señor patriota:
para serle sincero, me es completamente indiferente ser esclavo, siervo o vasallo de la monarquía parlamentaria española, de la república jacobina francesa o de la mentecata, aldeana y cazurra casa real navarra.

Agradezco su interés por instruirme en las diferencias existentes entre los distintos estamentos medievales de la sociedad feudal, en la que algunos creen seguir viviendo a pesar de la Ilustración, la revolución industrial, los avances científicos o la globalización. De cualquier manera creo que, antes de acabar el presente escrito, mi atareada neurona habrá olvidado enseñanza tan provechosa. No obstante, le doy tanta importancia a mi condición de súbdito como a la credibilidad que me suscitan los monarcas jurando los Principios del Movimiento Nacional o los presidentes de la República prometiendo el bienestar del pueblo.

En cuanto a sus dudas sobre donde encasillarme, le aseguro que puede usted hacerlo en cualquiera de las categorías de su réplica o en todas ellas, seguro como estoy de que tal calificación no cambiará un ápice mis miserias. De cualquier forma, intentaré averiguar quién es mi amo (¡retruécanos! No escuchaba tamaño epíteto desde que en Pamplona circulaban los coches de punto...) para pedirle que se haga cargo de mi hipoteca y manutención.

Aún a riesgo de que mi literario atrevimiento me conduzca a expiar pena en el cepo de la plaza pública, seguiré considerando que mi patria es el mundo y mi familia la humanidad , a pesar de que algunos de mis congéneres alberguen ideas tan trasnochadas, retrógradas e irracionales como las que usted ha expuesto.

Dando por exprimida la dialéctica que ha propiciado este insulso cruce epistolar, le ruego sepa disculpar la vulgaridad de mis argumentos y, acreditada mi condición innoble, mi ausencia en justa, torneo o juicio de dios que lave su honor , pudiendo acudir, para higienizar la afrenta, al jaboncillo.

Suyo, afectadísimo: Juanito Monsergas

1 comentario:

  1. que ganas tienen algunos de encasillarte en algún adjetivo no? pero si se te ve a la legua que eres un ácrata que haces juegos de manos con las palabras
    ferran

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