miércoles, 10 de marzo de 2010

CON FALDAS Y A LO LOCO


Se suceden en la prensa las noticias respecto a los abusos del clero católico sobre los niños en todo el mundo: EEUU, Australia, Irlanda, Reino Unido, Holanda, Francia, Alemania... ¿y en España?

Los que estudiamos en colegios de curas o acudíamos a confesar nuestros pecados a los confesionarios de “la reserva espiritual de occidente”, recordamos sin ningún esfuerzo a aquellos pederastas ensotanados a los que se les iba la mano con demasiada facilidad hacia nuestra entrepierna y manoseaban sin reparos el trasero de monaguillos e infantes.

En aquella totalitaria sociedad nacional católica que nos tocó padecer, nadie se planteaba enfrentarse a ellos y mucho menos denunciarlos. Era del dominio público la existencia de un más que significativo porcentaje de abusadores de niños entre los miembros de la iglesia católica, pero a nadie pareció importar.

Ahora, algunas vejaciones salen a la luz y su jerarquía, hipócrita y fingida, pretende lavarse la cara con falsos arrepentimientos y disculpas que llegan demasiado tarde para ser creíbles.

Se niegan a sí mismos una vida sexual sana y natural, contribuyendo con su caduca e irracional doctrina a fabricar y albergar los individuos más monstruosos, repugnantes y sádicos que ha producido el género humano. A pesar de todo, pretenden imponer a la sociedad normas morales y lecciones de cómo debemos vivir nuestra sexualidad. ¿Cabe soberbia más errática?

Suyo, afectadísimo: Juanito Monsergas

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