jueves, 14 de mayo de 2015

¿PODREMOS?


Se ha abierto la veda y todos acuden con sus relucientes productos electorales a satisfacer las necesidades del votante: “Otorgamos certificado de requetenavarridad”, “garantizamos el cambio inmutable”, “prometemos lo inimaginable con realismo diligente”, “respetamos la diferencia porque apostamos por la igualdad”, “seremos inflexibles con el extremismo porque somos radicalmente moderados”, “resolvemos problemas imaginando soluciones”, “tolerancia inflexible para una libertad vigilante”, ...

Un mar de dudas se cierne sobre mi cabeza que es incapaz de digerir tanta propaganda en tan escaso lapso de tiempo y que, lejos de aclarar las incertidumbres, se ahoga en desconfianzas, vacilaciones y reparos. ¿Me decanto por el nacionalismo incluyente o por el constitucionalismo respetuoso? ¿Elijo a los que van a gobernar para la mayoría o a los que respetan a las minorías? ¿Doy mi confianza a los que apuestan por la transparencia o a los que no tienen nada que esconder? ¿Apoyo el cambio sensato o lo sensato será la estabilidad? ¿Me inclino por los que quieren gobernar con honradez o por los que se decantan por la integridad en su mandato? ¿Prefiero a los que quieren salir de la crisis, los que están por el auto gobierno, los que van a combatir el paro, los que están por los servicios sociales, los que reducirán las listas de espera, los que bajarán los impuestos, los que combatirán la corrupción ...?

Quizá me fiase más si alguno de los contendientes me dijera que ellos van a intentar colocar a sus familiares en puestos de confianza, van a subirse el sueldo un 50% en cuanto lleguen al poder, darán a sus amigos las obras públicas para que las ejecuten y saquen un suntuoso beneficio y van a aumentar el presupuesto de policías y cárceles lo suficiente como para que no haya contestación en la calle. Por lo menos no me pillaría desprevenido.

De todas formas y hasta que salga un partido sincero me conformaría con que se fuesen los que han estado esquilmando las arcas públicas estas últimas diez legislaturas aburriéndonos con su discurso falsamente posibilista y radicalmente moderado que nos ha traído a la ruina, ha llenado los bolsillos de los que más tenían y, a la postre, ha convertido a esta mini comunidad diferenciable en una aldea dependiente por sus cuatro costados (económico, legislativo, militar y administrativo) abducida por el Opus Dei y la derecha caciquil más aldeana que imaginar se pueda. Sólo nos faltaba Vargas Llosa y estuvo ayer.

Si quieres botar a los que tanto nos han esquilmado, subyugado y oprimido vota a los que todavía no han demostrado que saben robar, prevaricar, malversar, realizar cohecho, ... pero por favor no insistas con los que ya nos han demostrado que sí lo saben hacer. Van a ser cada vez menos y no esperes que lo repartan contigo.


Suyo, afectadísimo: Juanito Monsergas

No hay comentarios:

Publicar un comentario