A mucha gente le ha sorprendido, sin
haber acabado de buscar un destino al dictador en la tierra y en la
historia, el auge del fascismo en los últimos plebiscitos, pero
conviene recordar que los votantes y representantes de la marca
ultraderechista estaban integrados en el partido de la gran derecha
española, aquel que sus líderes calificaban como “de centro”.
Ahora han visto cómo reverdecen los nazis en Europa y han pensado
(si se me permite la exageración) que podían pillar “cacho
parlamentario” y ocupar un espectro vacío que les reporte un
protagonismo desmedido y una sustanciosa renta.
Y, como si tuvieran que rellenar un
hueco ideológico que no se atreven a mostrar sinceramente (eliminar
a todas las personas que no obedezcan sus órdenes o traguen sus
envenenados y falsos argumentos), día sí y día también buscan su
hueco en los medios de comunicación con mensajes apocalípticos,
actitudes frenéticas y poses estrafalarias que, a la postre,
recaudan apoyos en caladeros confusos y turbulentos.
Uno de sus regidores posa disparando un
fusil de asalto haciendo gala de gallardía y destreza, sin
percatarse de que se recurre a un arma cuando se anda escaso de
sensatez y razonamiento.
Aprovechan el manido y fracasado
argumento de que la mano dura puede solucionar los problemas para
convencer a quienes renuncian al intelecto, probablemente por
desesperación o falta de sentido común, para atraer adeptos entre
aquellos fáciles de militarizar pero de difícil civilización.
Enarbolando la bandera de la pureza
racial y sexual, arremeten contra la tolerancia y el respeto ajeno
hasta en las escuelas, temerosos quizás de descubrir una atracción
que tambalee su mojigato, fatuo e inseguro corpus afectivo. Dime de
qué presumes y te diré de qué careces o dime de qué tienes miedo
y te diré cuáles son tus fantasmas.
Ya lo dijo, tiempo ha, un gran, aunque
demediado, patriota: viva la muerte y muera la inteligencia. Antes
morir que pensar, aunque ahora se trate más de “piensear” que de
discurrir, ¿o no?.
Suyo, afectadísimo: Juanito Monsergas
No hay comentarios:
Publicar un comentario