jueves, 19 de julio de 2007

Sin fundamento


No dejan de sorprendernos las primeras espadas del socialismo navarro en este alambicado laberinto en que han convertido la plasmación de nuestra voluntad electoral en la configuración del gobierno autónomo.

Cuesta creer que haya sido Ferraz la que ha malogrado la posibilidad de entendimiento con el resto (?) de la izquierda de esta tierra para llevar a efecto el tan cacareado cambio de gobierno (ya que en otras autonomías gobiernan con los independentistas tan ricamente).

Más parece que hayan pesado los escrúpulos de los gerifaltes del Pº de Sarasate los que han hecho una propuesta que sabían inaceptable, sobre todo después de haberle regalado la alcaldía a UPN. Por lo visto pesa más la etiqueta nacionalista (por mucha condena de la violencia que se haga) que las políticas sociales que se puedan conformar.

Sin entrar a valorar la idea que tiene cada uno de lo que significa ser nacionalista (español o vasco) me llama la atención la propuesta que tras tantas idas, venidas y sesudas reuniones, ha llevado al zascandilero PSN a ofrecer, como última propuesta de su tortuoso discurrir, un gobierno de "convivencia".

Mejor debería de decir de connivencia (con la derecha, claro) o de conveniencia, para dejar a la segunda fuerza más votada fuera del gobierno (¡Eso es integración y lo demás son tonterías!). O si me apuran de convalecencia, tras la cansina martingala que hemos soportado, sobre la venta de la comunidad floral o la voluntad de los navarros y navarras. Aunque sea podían plantear un gobierno de concupiscencia, a ver si así se alegraba un poco esta tierra beata y mojigata.

De cualquier manera y como buen navarro que soy, quisiera contribuir en la medida de mis posibilidades, proponiendo un gobierno de alternancia. Así los lunes, miércoles y viernes gobernarían unos y martes, jueves y sábados los otros. Y los domingos descansábamos todos.

En Pamplona/Iruña a 19 de julio de 2007

Camarada: Juanito Monsergas

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