viernes, 9 de mayo de 2008

SIN TAXIS


Nunca podría haber imaginado el alemán que inventó el servicio de taxis a principios del siglo XVI que nuestra insigne ciudad, pasados 500 años, fuera de los pocos sitios donde es imposible coger un coche con chófer en clara competencia con los lugares más inaccesibles del planeta, a saber: el desierto del Kalahari, la cima del Everest o el polo norte. Estoy seguro que en las estepas de Mongolia hay menos problemas para llamar a un vehículo que acuda a prestarnos el servicio de trasporte.

Muchas veces han salido cartas protestando por el deficiente servicio municipal (?) en los diferentes periódicos locales, pero no parece que la cosa haya mejorado ostensiblemente. Ni siquiera ligeramente.

El asunto no sería tan atacante si el servicio de autobuses funcionara con una periodicidad aceptable (¡la rentabilidad es el servicio!). Sin embargo el colectivo de taxistas ha protestado mucho últimamente por lo que consideran una abuso con sus condiciones de trabajo: reducción de tarifas, aumento de la plantilla, prolongación de jornada laboral...

¿Cual es la explicación para que una persona que necesita desplazarse desde la clínica Ubarmin (viernes 9 de mayo de 12:10 a 13:30) tras intentar contactar con los teléfonos de las compañías de taxi infructuosamente, tarde más de una hora en poder alcanzar el centro de la ciudad? ¿Es una nueva forma de obligarnos a hacer el trayecto a pie y así promocionar el deporte? ¿Hubo una avalancha de ejecutivos demandando servicio a esa hora? ¿Se quedaron sin gasolina todos los coches a la vez? ¿Invadieron durante ese rato los marcianos nuestras telecomunicaciones con vistas a conquistarnos pero se arrepintieron al comprobar el birrioso servicio de taxis? ¿Tuvieron un apretón generalizado las telefonistas que atienden la llamada?

El servicio de taxis avanza por el mundo llegando a los confines más remotos de la Tierra ¿Todos? ¡No! Una pequeña aldea navarra se resiste fieramente a levantar un dedo y parar un taxi: es Pamplona.

En Pamplona/Iruña a 9 de mayo de 2008
Juanito Monsergas

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