jueves, 8 de mayo de 2008

OBJETIVOS


Seamos objetivos: ¿Qué delito ha cometido la alcaldesa de Arrasate para que la judicatura la meta en la cárcel?

Se dice que no ha condenado el asesinato de Isaías Carrasco, ex concejal del ayuntamiento que preside. En principio parece que, participando en el Consistorio, ha optado por utilizar exclusivamente las vías parlamentarias en unas elecciones cuyos candidatos pasaron el filtro de la subjetiva Ley de Partidos. Siendo deseable su adhesión a repudiar todo tipo de violencia para conseguir objetivos políticos, la ausencia de una declaración en ese sentido no parece delito punible. No es autora ni colaboradora de crimen tan gratuito como injusto.

¿Hay que condenar los asesinatos? ¿Todos? ¿Los de antes y los de ahora? ¿Se puede obligar a ello? Y si consiguiéramos ese repudio ¿Tendría la misma eficacia que cuando juran o prometen nuestros políticos honestidad, no prevaricar ni meter mano en las cuentas de la Administración? ¿Se juzgan hechos u opiniones?

También se dice que ha promovido la abstención activa (?), ha sustituido su denominación por la de electo independentista (??) y la califica de colaboradora e integrante de la banda terrorista y de las organizaciones que, según el juez, la integran. Falta saber la forma en que, presuntamente, la primera edil recibía las directrices, si fue en reuniones clandestinas, en mensajes cifrados o por telepatía.

Si la coincidencia de fines nos puede llevar al talego a cualquiera, mucho me temo que un significado espectro social estamos bajo la amenaza de engrosar la población reclusa ¡Quién sabe si alguno somos de la ETA y no nos habíamos dado cuenta!

Entre la criminalización generalizada a la que nos empuja la juris_imprudencia y la socialización del conflicto de los otros, me temo que al final todos vamos a ser objetivo de una de las dos aplicaciones. O de las dos.

En Pamplona/Iruña a 7 de mayo de 2008
Juanito Monsergas

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