lunes, 8 de diciembre de 2008

SOYLENT GREEN


Junto a noticias breves pero impactantes que aparecen a diario en la prensa, entre un maestro jamonero que rebana una loncha de 19 metros de largo y un individuo ilusionado en lucir su calavera en una representación de Hamlet, leo que una empresa holandesa recicla grasa humana para hacer galletas para el tercer mundo.

Siempre se ha dicho que la realidad supera la ficción y me viene a la memoria la película estrenada en 1.973 con el título “Cuando el destino nos alcance”, aquella del soylent green. Al final parece que la noticia no es más que un bulo lanzado en internet, no sé si para llamar la atención sobre el hambre en el mundo o para hacer una broma de mal gusto.

A pesar de las carcajadas de un amigo sorprendido de mi credulidad, tampoco me hubiera sorprendido que fuese verdad, pues casos igual de insultantes se nos muestran a diario: medicinas caducadas enviadas caritativamente por los opulentos a zonas catastróficas, electrodomésticos obsoletos que la generosidad de occidente revende a los países pobres, fábricas intolerablemente contaminantes que se trasladan a zonas deprimidas o basura que no podemos digerir en nuestra lozana civilización y que pagamos a países menesterosos para que la engullan...

La naúsea me corroe y, a pesar de disfrutar de esta privilegiada posición, hay momentos en que no me importaría flotar en el caldero de los salvajes antropófagos o ser pasto de los famélicos piratas somalíes si, bocado tan exiguo, resultase solución más fructífera que retrasar un instante la inanición de tantos humanos.

El destino nos alcanzará y nuestra exclusiva jaula de oro se convertirá en cárcel e inevitable despensa de los desheredados. Me consuelo pensando que, dada mi delgada constitución, no seré el primero al que le hinquen el diente.

En Pamplona/Iruña a 8 de diciembre de 2008
Juanito Monsergas

1 comentario:

  1. Ay, Juanito, ya sabes que lo mejor para el caldo son los huesos.
    Desgraciadamente, parece que todos los libros y películas de "ciencia-ficción" se va a ir cumpliendo.
    Un abrazo amigo. ¡Nos veremos en el caldero!

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