domingo, 30 de septiembre de 2018

CAIDOS



El equipo de gobierno, por medio del Consejo de Gerencia de Urbanismo, ha sacado un “concurso para la transformación, puesta en valor e incorporación de nuevos usos al entorno urbano” del Monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada. Erigido en el año 1942, el mausoleo ha albergado los restos de dos significados generales del Alzamiento y cinco tumbas de los requetés, representando a las cinco merindades navarras. Exhumados los cadáveres, queda buscarle un futuro destino al significado panteón.

Y digo yo que, si de rememorar figuras célebres de esta noble tierra se trata, no podemos por menos que contemplar la posibilidad de ampliar el elenco funerario a otros personajes ilustres que han jalonado la historiografía foral. Estoy hablando de aquellos prohombres y promujeres que han dejado su estela, cual baba de caracol, en el devenir de esta noble, abnegada y tradicionalmente bienintencionada Iruña: el guarda Petit y su “Glóbulo Plano” que iba a acabar con todas las guerras, Santana y su Murga carnavalera de alpargata y copla de retranca bajo el balcón de la Cayetana Galbete a quien un cohete tiró la peluca, el espectáculo itinerante del transformista Frégoli, el “Aliguí”, el “Oso Marino” y el revuelo que la Josephine Baker debió montar en la calle de las Comedias. ¡Lástima no haber nacido unos años antes!.

Luego vinieron “Uve”, Wenceslao, de la Misericordia, que acarreaba portes en la antigua estación de autobuses y que comía los higos con fruición... “¡paecen mielda de lo blandos qu'están!”, “Marinerito”, “... que se te escapa el vapor....¡Vaporino!”, “María”, una cieguica que vendía lotería en Navarrería, el 091, que todos comprábamos y a nadie tocaba... personajes entrañables que se hicieron un hueco en la ciudad y que, a veces, desfilaban paralelamente a las autoridades en las procesiones de Semana Santa, sin quitar ojo a los “munipas”, como Cristina: “seco la tripa, curo el cáncer”, y sus “finales del mundo”. “Hojalata”, “Tonelada”, “Quinito”...“¡oiga, mire! ¡por quince míseras pesetas! ¡le pongo...!”, “Donan Pher,”, el Emperador del Bolígrafo... tantos y tantos otros que recordamos con cariño y nostalgia, de cuando la ciudad acogía a personajes tan entrañables como pintorescos...

Así que, siendo consecuentes con los tiempos que nos toca vivir, ¿por qué no convertir el corolario del parking de la Avenida de Carlos III, otrora “Tontódromo” de la ciudad, donde paseaba “arriba y abajo” el “ganado” pamplonés en busca de coyunda, convertirlo, digo, en una discoteca moderna y psicodélica en la que agitar las noches jaraneras de esta ciudad con las composiciones de David Guetta o el electrohouse de Calvin Harris, bajo la atenta mirada de las emblemáticas y bizarras pinturas de Stoltz?.

Y completando el conjunto arquitectónico, en un alarde imaginativo que dé color y gallardía a la plaza de la Libertad o Conde Rodezno o Serapio Huici o como coño se llame, convertir el estanque vetusto, obsoleto y melifluo existente en una acristalada nocturna y climatizada piscina. Nudista, por supuesto. Iba a causar furor.

Suyo, afectadísimo: Juanito Monsergas


No hay comentarios:

Publicar un comentario