sábado, 28 de marzo de 2020

¿GUERRA?



El término guerra se escucha constantemente en los medios de comunicación para referirse a la respuesta humana a la epidemia. Pero el origen del vocablo, si nos atenemos al Diccionario de la RAE, hace referencia al término germano “werra”, querella, desavenencia entre dos potencias, lucha armada entre dos o más naciones, pugna, disidencia entre dos o más personas... los símiles militares con los que se está machacando a la población parecen inadecuados a tenor de la naturaleza del mal que nos aqueja.

Parece que se quisiera responsabilizar de la extensión de la pandemia a las pocas excepciones que se saltan el confinamiento, cuando el problema principal es el salto que ha experimentado el patógeno de animales salvajes a humanos (y posterior contagio entre estos) debido a la deforestación y ocupación de los ecosistemas, el desequilibrio que la actuación humana provoca en las distintas especies animales, la concentración y movilidad de las personas, la velocidad de propagación de este nuevo virus que atraviesa el planeta en pocas semanas, el desconocimiento del numero de infectados con síntomas y sin ellos, el desbordamiento de los servicios de atención sanitaria y la incidencia en la población anciana, tan numerosa en el mundo desarrollado.

Quizá fuera más sensato, en vez de acudir a tanto tópico bélico y militar, hablar de curación, terapia o sanación como términos de un deseado restablecimiento de la salud. Los vocablos médicos parecen más acertados a la hora de tratar una enfermedad provocada por un ser tan diferente y virulento. Este microbio que ataca nuestro sistema respiratorio, no es el primero que intenta extenderse instalándose como huésped forzoso en nuestro organismo, pero sí es el que más éxito ha tenido a la hora de extenderse mutando, desde formas más letales a ésta, en la que prefiere mantener con vida a muchos más anfitriones para sobrevivir. No sé si a eso se le puede llamar inteligencia pero sí eficacia.

Mientras tanto nuestros gobernantes cierran las fronteras apresuradamente y compiten entre ellos por apropiarse de la vacuna o rivalizan por protegerse sin admitir que necesitamos unidad de acción, esfuerzo e investigación para curar esta enfermedad y superar la crisis sanitaria que afecta a toda la humanidad. Así que, por favor, colaboren, pónganse de acuerdo para buscar soluciones y dejen de hablar de que todos somos soldados y héroes. Somos víctimas, enfermos o infectados y gente necesaria, comprometida y esforzada. Que no se nos olvide que esto es una crisis sanitaria.

Suyo, afectadísimo: Juanito Monsergaas


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