REBAJAS

Estamos de rebajas. Las opciones electorales mayoritarias afilan sus campañas para ganarse al elector. Cual si se tratara de una furiosa competencia comercial, el partido de Don Pepiño y el partido de Don José, intentan conseguir el voto prometiendo reducir nuestra contribución al fisco.

Exenciones fiscales para los que ganen menos de 16.000 euros, rebajas adicionales a las mujeres, reducción del impuesto de sociedades, eliminación del Impuesto de Patrimonio... ¿y como piensan financiar todo esto?

La rebaja en los impuestos directos, esos que atienden a la diversidad de ingresos, discriminan las rentas altas y ayudan a redistribuir la riqueza, ¿redundará en una merma de los servicios sociales hasta hacerlos deplorables y, aprovechando su degradación, vendérselos a algún amiguete por cuatro duros para que privatice la educación (más), la sanidad o la policía?

Nada de eso. La solución ideada por tan preclaras mentes es que la propia merma impositiva dinamizará la actividad económica y ésta la recaudación. Tan alegre pronóstico no parece tener en cuenta las brutales subidas de los productos de primera necesidad sin razón aparente (el pan un 14%, la leche el 32%...), el comportamiento del mercado con la implantación del neuro (que nos juraron y perjuraron no influiría en los precios...) y la crisis inmobiliaria alertada por sesudos economistas y entendidos en la materia que amenaza, no sólo nuestra economía, sino también las que nos rodean.

Con propuestas tan milagrosas y esperanzadoras no se puede decir que les falte ni fe ni optimismo. Lo que parece que siguen buscando es la manteca que metieron al horno. Cualquier día inventan el silbato de hueso.

En Pamplona/Iruña a 21 de enero de 2008
Juanito Monsergas