domingo, 27 de abril de 2008

POCIONES DE CENSURA


Establecido el diagnóstico por los galenos parlamentarios y consultado el vademecum jurisdiccional, se establecen las pautas para intentar erradicar las pústulas violentas que amenazan la salud convivencial.

Se pretende actuar, no ya sobre las células infectadas de tumor delincuencial, sino sobre aquellas partículas que puedan presentar alergia condenatoria y que, a pesar de su salubridad, coincidan en fines y metas con las tumefactas.

Para ello se ha decidido la aplicación de pociones de censura sobre la parte del corpus consistorial que se niega a suscribir el discurso censurable, aislándolo del resto de la médula político social.

El problema, bajo el punto de vista de un neófito como yo, es que el aislamiento que pretende reducir el problema, es injusto en su aplicación e incentiva, mediante la incursión agresiva del tratamiento, la ocupación de zonas cada vez más extensas, acabando por invadir la totalidad del paciente.

El virus queda de esta forma generalizado y la parálisis potestativa propagada.

En Pamplona/Iruña a 27 de abril de 2008
Juanito Monsergas

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