lunes, 9 de febrero de 2009

YO TAMBIÉN


En estos tiempos confusos en los que los culpables de las matanzas son las víctimas que utilizan a sus hijos como escudos (lo cual no es óbice para que mueran ambos), los apóstoles de la Verdad Absoluta apelan a la libertad para segregar escuelas subvencionadas y las lideresas se investigan a sí mismas, el presidente de la AEB española, Miguel Martín, en una pirueta argumental sin parangón, nos echa la culpa de la crisis a los consumidores.

Afirma, sin que le salte la risa, que los consumidores somos responsables de haber suscrito el endeudamiento excesivo que, sus asociados, nos ofertaban con incansable persistencia: crediconsumo, credicoche, credivacaciones, crediaportaciones a planes de pensiones... ¡créditos concedidos incluso antes de solicitarse!

Los depósitos donde metían nuestros ahorros, tenían amañadas sus catalogaciones y nadie sabía en qué se invertía realmente. La culpa es nuestra por creernos lo que nos decía el “gestor comercial” de turno. Él nos mentía, pero los que nos engañábamos éramos nosotros.

Afirma el agudo banquero que dieron la voz de alarma al gobierno sobre la burbuja inmobiliaria. Lástima que fuera demasiado tarde, cuando las cuotas de los hipotecarios se habían disparado a límites insoportables y los plazos se ampliaban hasta los 45 años (¡Toda una vida!).

No cree que haya que aplicar las mismas recetas que otros países, a pesar de que han comercializado los mismos “productos” en una economía totalmente globalizada y en la que, a día de hoy, se desconoce el montante de la estafa, perdón de las minusvalías. Diga un número del 1 al 30 y seguro que se queda corto.

Está claro que si tiene que elegir entre la supervivencia de la economía real y la del sistema financiero (que les ha permitido ganar en 2008 20.000 millones), el ecuánime y ponderado usurero lo tiene decidido. Para ser sincero, yo también.

Suyo, afectadísimo:
Juanito Monsergas

1 comentario:

  1. ¡Dales, juanito, dales!
    No te preocupes si se rompe algo, pides un crédito y lo arreglas, jajajaja.
    Saludos amigo.

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