sábado, 7 de febrero de 2009

Comprar, usar... tal vez copiar


Las compañías discográficas se quejan de que han disminuido sus beneficios un 25%. La peña se descarga de la red la música y las películas que ellos dejan de vender y de paso sustrae a la SGAE sus suculentos honorarios. Anuncios impactantes, equiparando la copia de material audiovisual con el robo y el atraco, pretenden concienciar a la gente para que abandone dicha práctica.

El espectacular crecimiento de la industria del entretenimiento y la expansión de conexiones de banda ancha que posibilitan descargarse cualquier contenido en la red, no han conseguido que las empresas del sector se replanteen una adecuación de los precios de venta, sino que han optado por añadir un canon a todo aquel material susceptible de albergar pirateo alguno, transformándonos a todos en delincuentes.

Pero el canon no tiene visos de sustituir a la sanción, con lo que la multa se añadiría a la tasa. Bonito negocio. Tal abuso recuerda aquellos injustos castigos escolares aplicados cuando no salía el culpable de alguna trastada y que se extendían a toda la clase, convirtiéndonos a todos en cómplices.

Puesto que el negocio del ocio me ha iniciado en la carrera delictiva, procuraré estar a la altura y no defraudarle: ¡cuidao con las carteras!

Suyo afectadísimo :
Juanito Monsergas

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