miércoles, 7 de mayo de 2014

DELITO


Leo en Diario de Noticias que la Policía Municipal ha imputado a siete jóvenes pamplonicas un “presunto delito contra el sentimiento religioso” por parodiar, el pasado 17 de abril, una procesión de semana santa y quemar un muñeco.

Si no me equivoco, la Constitución que delimita nuestro Estado de Derecho, recoge que España es un país aconfesional y por tanto, no entiendo muy bien qué tipo de delito es ese de preservar el “sentimiento religioso”. Quizás se les pudiera haber acusado de realizar un acto en la vía pública sin autorización gubernativa o de emplear material ígneo o pirotécnico sin seguro o permiso municipal, pero parece que de lo que se les acusa es de atacar las creencias religiosas de una parte de la ciudadanía.

Así pues, dicha infracción apunta en el sentido de la mofa y vituperio a un “sentimiento” que poco tiene que ver con la seguridad ciudadana referida a bienes y personas. Conociendo la deriva intransigente y absolutista de las jerarquías eclesiales, es de temer qué nuevas “afrentas” se les puede ocurrir con las que sentirse ofendidos.

Con argumento tan peregrino, también podrán ser objeto de sanción muchas despedidas de soltero (entendidas como un ataque al sagrado sacramento del matrimonio), manifestar desacuerdo con los preceptos de la santa madre iglesia (católica), blasfemar en público o, por qué no, comernos un bocadillo de chorizo delante de una mezquita en época de Ramadán.

Suyo, afectadísimo: Juanito Monsergas

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