ALTURAS Y AUTORÍAS

Dice D. Jaime Ignacio del Burgo que "la investigación policial sobre el 11-M no ha estado a la altura". No es de extrañar que la visión del excelso político navarro se eleve por encima de la del resto de los mortales, siendo como es diputado a Cortes por esta comunidad considerada por muchos como Tierra de Gigantes.

Las dudas sobre la credibilidad de los que, con sus declaraciones el día de la matanza y los posteriores han defendido la participación de ETA, la existencia de tramas oscuras que cuestionan la composición de las mochilas explosivas, la ineficacia de una policía que funcionó a las mil maravillas hasta que los “populares” perdieron el poder o la actuación de una mano siniestra que urdió el complot para su derrota electoral, han quedado definitivamente disipadas.

La única incertidumbre que queda por saber es qué hubiera pasado si su partido, a pesar del renuncio, hubiese conseguido la mayoría parlamentaria para seguir gobernando. Seguro que aparecían tramas por doquier que avalaban sus recelos. Quizás, hasta se encontraba el hilo conductor de la autoría intelectual y política del asesinato, al día siguiente de las deflagraciones en los trenes, del tendero pamplonés que no quiso colaborar en la teoría de la conspiración.

En Pamplona/Iruña a 4 de noviembre de 2007
Juanito Monsergas