martes, 26 de febrero de 2008

VIVIR PARA VER


Haciendo gala de una desmemoria prodigiosa, o quizás porque en el fondo les importa una higa lo que digamos en esta autonomía uniprovincial de apenas 460.000 votantes, el PSOE nos convoca a las urnas, esta vez para elegir a los integrantes del Congreso y el Senado, con el lema Motivos para creer.

Motivos no nos faltan para dar credibilidad a sus promesas electorales. Como aquélla de Gobernar para todos que pronto se encargaron en Ferraz de interpretar en base a crípticas razones táctico estratégicas, para acabar entregando el ejecutivo navarro a UPN. Bien claro dejó don Pepiño lo en cuenta que tenía la voluntad, no ya de la mayoría de la ciudadanía, sino de sus propios afiliados, que pedían un ejecutivo progresista e integrador.

Los que esperaban desbancar a los convocantes de aquella manifestación que tuvimos que soportar hace ahora un año, donde desfiló lo más granado de la vieja guardia franquista, empecinada en abortar cualquier tipo de diálogo con ETA y sus corifeos, se quedaron con un palmo de narices.

Tras la ruptura de la tregua, no han dudado en mandar a la cárcel, no ya al mensajero, sino a su cuñado, al vecino de arriba y a todo aquel que no exhiba la banderita de condena que ellos mismos han diseñado, contrastando con la pusilánime tibieza con la que tratan a la incorregible Conferencia Episcopal y a los sectores más reaccionarios de la sociedad.

Más que Motivos para creer vamos a necesitar fe, que es creer lo que no vemos.

En Pamplona/Iruña a 25 de febrero de 2008
Juanito Monsergas

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