martes, 4 de noviembre de 2008

PARADOJA (HABLÓ LA VACA Y DIJO MU)


Las declaraciones de la reina Sofía de Grecia, a raíz del libro que la periodista Pilar Urbano ha escrito sobre ella, ha llenado las páginas de los periódicos de declaraciones más o menos rimbombantes y numerosas bocas de protestas, indignación y quejas.

Muchas voces se han mostrado sorprendidas porque tan magno personaje ha declarado su aversión por el aborto y la eutanasia, no reconoce la unión entre personas del mismo sexo como matrimonio, cree que denunciar la violencia de género es contraproducente, se siente dueña de todas las tierras de las Españas y piensa que en los colegios se ha de enseñar religión “porque explica el origen del mundo y de la vida”.

¿De qué se sorprenden los ciudadanos? ¿De que sea retrógrada? ¿De que tenga ideas marcianas sobre los problemas que acucian al pueblo llano? ¿De que ejerza (y se lo crea) de Consorte Real? ¿De que viva un cuento de hadas desde su palacio de caramelo? ¿Pues qué pensaban que era la monarca? ¿Un bonito jarrón inerte o Rosa Luxemburgo con peineta?

La noble griega (aunque allá exista una república) no tiene más arbitrio que ejercer como tal, si es que comulga con su alcurnia, o dimitir sintiéndose una más y ganarse los garbanzos como todo hijo de vecino: robando o trabajando. Lo demás son pamplinas y despropósitos como el de intentar compaginar su exclusivo cargo con una organización social libre, igualitaria y moderna.

Como la Familia Real siga explayándose en sus apreciaciones, ya veo al Monarca que juró los Principios Fundamentales del Movimiento en el paro. Menuda paradoja.

En Pamplona/Iruña a cuatro de noviembre de 2008
Juanito Monsergas

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