miércoles, 17 de septiembre de 2008

¡INDEPENDENTZIA!


Nuestro envidiable sistema democrático ha vuelto a crujir con el nombramiento de los integrantes del CGPJ. La elección de progresistas y conservadores (eufemismo con el que se califican según pertenezcan a uno de los dos partidos que controlan con mano de hierro nuestra política) ha dejado al descubierto que la pretendida independencia de la Judicatura es pura filfa y que el partido en el gobierno impone al resto de poderes del Estado sus correligionarios, para poder hacer y deshacer a su antojo.

Bien es cierto que la democracia, por muy imperfecta que sea, siempre será mejor que el (supuesto) mejor caudillaje, pero también es cierto que hay muchas formas de monopolizar, manipular y tergiversar el sistema de sufragio, dejando fuera del arco parlamentario otras opciones políticas, controlando medios de comunicación y opinión pública, desvirtuando el principio de una persona un voto o desdiciéndose de cuantas promesas se hicieron en época electoral.

Aunque no sea más que para lavar su imagen pública, deberían proclamar puestos en pie, a pleno pulmón, de forma reiterada y con cámaras de televisión que den fe ante la ciudadanía, una voluntarista consigna: ¡In-de-pen-den-tzia!

Con un poco de suerte se los llevan a todos al txirrión.

En Pamplona/Iruña a 17 de septiembre de 2008
Juanito Monsergas

1 comentario:

  1. Atado y bien atado.
    Parece que a lo más que llega la democracia burguesa es a la limitación del poder por choque de poderes, y no por control de mecanismos democráticos de participación.
    ¡Qué no se crean que nos enganñan!

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