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Este verano se ha destapado un caso de secuestro en el que estaba implicado un primo de un conocido político, en el que lo llamativo parece ser el parentesco, como si el congresista tuviera alguna responsabilidad en la actuación del familiar.

Se le puede achacar que favorece los intereses de los poderosos, utilizar la lucha antiterrorista y la crisis económica para desgastar al gobierno, no respetar la consideración aconfesional del Estado, pretender imponer su identidad al resto de la ciudadanía, recortar las libertades individuales y colectivas, mentir para conseguir el poder... ¡incluso de mala dicción ! pero no creo que la consanguinidad pueda ser motivo de desprestigio.. ¿Ustedes como lo ven?

En Pamplona/Iruña a 14 de septiembre de 2008
Juanito Monsergas