DIMISIÓN

Parece que últimamente les ha dado a algunos por dimitir. Bienvenida sea la novedad. Tras un a desastrosa intervención, hay quien se siente en la obligación de renunciar a su puesto. Otros, por el contrario, se aferran con uñas y dientes a la poltrona así les hayan descubierto las corruptelas y los chanchullos más ignominiosos.

Lo que debería ser normal (dimitir cuando la actuación propia se ha demostrado ineficaz e incluso perjudicial) se convierte, por mor de esporádico suceso, en algo extraordinario y digno de encomio.

No sería malo que esta tenue tendencia de cambio sirviera para que se diesen por aludidos los gurús financieros y autoridades monetarias y económicas, que no han sabido (incompetencia), no han querido (maledicencia) o no les han dejado (ineficacia) anticiparse a una crisis inmobiliaria más que anunciada y presentaran su renuncia.

Y ya que hablamos de dinero: ¿Como cuánto más se incrementará este año el presupuesto de la lucha contra el narcotráfico? Seguro que bastante menos de lo que crecerán consumo y comercio de drogas. A pesar del fracaso de las autoridades en este campo, nadie se da por aludido y todos repiten puesto aumentando el presupuesto. Curiosamente, es de las pocas cosas que no ha subido de precio. Eso y la prostitución. Un mercado que no conoce la crisis.

Haciendo del ejemplo virtud (y adelantándome al previsible éxito que va a tener esta misiva) voy a abdicar como gacetillero juntaletras de cartas al director... por lo menos hasta el verano.

Mientras tanto, afectadísimo, seguiré explayándome en este mi blog.
Juanito Monsergas