EVIDENTES

Se ha inaugurado en la nueva estación de autobuses de Pamplona el III Salón de Esoterismo y Terapias Naturales. Desconozco si el Ayuntamiento pretende con ello impulsar la candidatura de nuestra ciudad a capital de la cultura 2016 o ha considerado la multifuncionalidad del nuevo hangar para ofertar, además de los destinos tradicionales, viajes astrales y al más allá. Hadas, música y amuletos mágicos se ofrecen sin el concurso de ilusionista alguno.

Cuesta creer que, en un mundo con el genoma humano secuenciado, teniendo a nuestra disposición el mayor cúmulo de información que ha tenido jamás la especie humana y conocidos los rincones más recónditos del planeta e incluso de la galaxia, se pueda celebrar certamen tan pintoresco.

Los distintos stands exhiben sus fascinantes productos que prometen salud y bienestar para los males que aquejan al visitante: ámbar salud, sanación y mandalas, el mundo de Nostradamus,... son algunos de los beneficios que podemos encontrar para aliviar nuestra (a su entender) enferma vida interior.

Cabinas en las que, clientes ávidos de fe, acuden a que la avispada pitonisa desvele el porvenir con el siempre científico método de echar las cartas sin acudir a Correos. En un puesto, entre salubres aromas y sanación holística, la vidente descifra pasado, presente y futuro, interpretando las rayas de la mano. Ignoro por qué no leen el resto de arrugas corporales y así, a la erudita quiromancia, se añadan nuevas disciplinas: faciomancia, podomancia y, porqué no, nalgomancia que descubra los arcanos de nuestras posaderas.

Entre la caterva de reveladores libros, un título llama mi atención: Sólo utilizamos el 10% de nuestra inteligencia. Yo creo que algunos ni eso.

Suyo afectadísimo:
Juanito Monsergas