miércoles, 3 de octubre de 2007

LUCES



Parece que los artífices municipales andan sobrados de luces, a tenor del cambio de farolas que se está operando estos días en el Casco Viejo.

Las luminarias (antivandálicas, al decir del concejal correspondiente) instaladas a raíz de la peatonalización del barrio, han sido sustituidas por otras amarradas a las paredes, se supone que para evitar que los ágiles sanfermineros consiguieran localidad de platea desde la que poder vislumbrar el encierro a vista de pájaro y que los no menos atléticos pájaros, amigos de lo ajeno, escalaran hasta los pisos en busca de magro botín.

En cualquier caso, sustitución de mobiliario urbano sin apenas haberlo amortizado, cual pavimento de Baluarte, expolio de las arcas municipales y alegría de proveedores que, gozosos del recambio, ven florecer sus bolsillos. ¿Pamplona somos tú? (Por cierto ¿Alguien podría explicar concordancia de género y número a las preclaras cabezas que rigen nuestros destinos?)

Ahora le podía tocar el turno a los focos de iluminación celestial de la Plaza del Castillo, empotrados en el asfalto para deslumbre de viandantes, competencia estelar y absurda contaminación lumínica.

Hacer y deshacer, todo es quehacer... y pagar.

En Pamplona/Iruña a tres de octubre de 2007
Juanito Monsergas

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