martes, 4 de marzo de 2008

CARIDAD


Viendo el anuncio del que lleva a su madre a votar, me vienen a la cabeza las caritativas personas que, en cada cita electoral, ayudan a los impedidos a ejercer el sufragio.

Acompañando a los del síndrome de Abajo para que no se pierda un sólo voto, una sola papeleta; a poner su granito de arena en el albero de este burdo coso de enjundia tan ajena para que, aquellos cuyo discernimiento discurre por los generosos caminos del sentimiento, niños sin recorrido para madurar, aúpen a un putero meapilas deslenguado que añora a los camareros de antes, más serviles que serviciales, hasta la poltrona y más allá.

Mientras, las monjitas abandonan su parnaso espiritual de recogimiento y oración para decidir quien va a gestionar la materialista cosa pública, siguiendo las escoradas y siempre predecibles directrices episcopales, a la vez que ayudan a bien-votar a aquellos ancianos y ancianas subyugados por “ese doctor alemán que nos vuelve locos” y de cuyo nombre no consigo acordarme...

En Pamplona/Iruña a 3 de marzo de 2008
Juanito Monsergas

No hay comentarios:

Publicar un comentario