sábado, 1 de marzo de 2008

CON UNA BOINA, TRES CABEZAS


Aquejado de una contumaz gripe adornada de jaquecas y alteraciones gastrointestinales, seguramente provocada por las desbocadas promesas electorales y chocolatinas varias con las que nos regalan estos días los partidos políticos mayoritarios, acudo a mi Centro de Salud.

No existe personal de apoyo y tampoco se sustituyen las ausencias. Los profesionales de alrededor tienen que bregar no sólo con lo suyo (¿7 minutos de atención?) sino también con el trabajo de los que están de vacaciones o de baja. No hay sustituto. Los compañeros, puedan o no, absorben a los pacientes huérfanos de facultativo.

Convaleciente, acudo a buscar a mi hija a la escuela. Allí ocurre tres cuartos de lo mismo. Las sustituciones se hacen a partir de las dos semanas, en caso de que el Centro dé la tabarra lo suficiente.

Las leoninas medidas de ahorro de costes y el racaneo desmesurado de los tiempos y personal, tan habitual en las empresas comerciales hoy en día, han sido exportadas a la Administración. Se gestionan los servicios públicos como si fueran sociedades mercantiles. Eso sí, lo que se ahorran en indios se lo gastan en jefes de tribu, empecinados en tapar tres cabezas con la misma boina.

No necesitaré leer los programas electorales los próximos comicios para saber a quien votar. O por lo menos contra quien.

En Pamplona/Iruña a 1 de marzo de 2008
Juanito Monsergas

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