VOTAD AL AMO

Acudid necios siervos a votar la mano que maneja vuestra cincha, como acude el perro apaleado a lamer el palo que inflige su injusto castigo. Agradeced al amo las míseras migajas con las que logra vuestro cretino aplauso, sabiendo que vuestra estulticia le coloca en el pedestal de la superioridad innata, eterna, absoluta. ¡Qué mejor triunfo que, los propios pateados, puteados, maltratados, le construyan al tirano su monumento!

¿Dónde queda la dignidad, dónde el orgullo? ¿Cómo mirarse en el espejo sin romperlo de propia iniquidad? La rabia de la impotencia, la desesperada frustración vuélvase, no contra el opresor fullero de mangas rebosantes de ases marcados, sino contra el semejante que tuvo la osadía de increpar a quien cercena vuestros derechos.

Id a votad, desgraciados, y echadnos las culpas de las penurias que padecéis a los que nos revolvemos contra quienes os mantienen en el lodo. Ellos lo sabrán agradecer, dejando que sintáis en el barrizal de vuestra estupidez la soberbia de sus impolutos zapatos.

Agradecidos tenéis que estar de que os pisen.

En Pamplona/Iruña a 4 de marzo de 2008
Juanito Monsergas