martes, 19 de junio de 2007

*LISTAS ESPABILADAS

A ver si lo he entendido bien:

Según el dictamen del Tribunal Supremo (órgano superior de interpretación legislativa y ponderación del recto dictamen) a instancias del Gobierno y la Fiscalía, no está permitida la presencia en las listas electorales de personas que hayan tenido vinculación con organizaciones o partidos políticos ajenos a los principios constitucionales y valores igualitarios imperantes en nuestra democracia.

A pesar de carecer de condena en firme y de estar debidamente censadas, no pueden concurrir en candidatura electoral so pena de “fagotizar”, pervertir e intoxicar al resto de la lista. Pueden elegir pero no pueden ser elegidos.

Profano como soy en la materia, me cuesta entender cómo se puede impedir a alguien ser candidato sin ver recortado su derecho al voto.

Y ya puestos ¿Podemos tolerar que gentes estigmatizadas para desempeñar cargos públicos puedan colarse de rondón en nuestras asociaciones deportivas y culturales? ¿Deberíamos sustraer el gobierno de las agrupaciones corales y musicales a aquellos indignos de administrar nuestra sociedad? ¿Estaríamos obligados, por coherencia normativa, a excluirlas de las asociaciones de padres? ¿Podríamos cruzar (en aras de una mayor higiene democrática) esas relaciones con las de aspirantes al funcionariado público? En concordancia con la elaborada resolución ¿No sería lógico solicitar tal restricción en los comicios para la elección de órganos de gestión de las comunidades de vecinos?

Si así fuera, impugnaría a la vecina del 5º, que es independentista (lo sé por la publicidad que rezuma su buzón), al jubilado del 2º, cuyas loas a Franco y a Tejero han invadido repetidamente el patio de luces y al individuo del 4º, que no me parece trigo limpio y además no recicla la basura.

Sería fantástico. Una vez constituido en flamante presidente de nuestro solar existencial, pienso construir unos maravillosos apartamentos de 7 metros cuadrados en el hueco de la escalera, sacando, de esta interpretación legislativa, un provecho que no me habría podido ni imaginar.

Y esto es un poco lo que quería decir.

En Iruña/Pamplona a 26 de mayo de 2007
Juanito Monsergas
El maqueto universal

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