martes, 19 de junio de 2007

*SIN NOVEDAD EN LA FRENTE

A menos de 10 días de las elecciones nos ha venido la vanguardia a enmendarnos la plana. No sirve de nada que tras la matracada de la derecha con los supuestos peligros que se cernían sobre nuestra comunidad, un amplio porcentaje de las personas que aquí vivimos (¿el pueblo?) hemos decantado nuestras preferencias, y fiel reflejo de nuestra voluntad han sido los resultados por todos conocidos.

Creo que no es aventurado presumir que una gran parte de ese electorado no estábamos de acuerdo con la ilegalización de algunas de las listas (en una especie de solución salomónica), que queríamos un cambio en las políticas intransigentes que hemos sufrido en las últimas legislaturas, que apostábamos por una nueva forma de hacer política más social, más democrática y participativa, y que habíamos depositado nuestra confianza, precisamente, en un discurso moderado y aglutinante. El triunfo de Nabai lo confirma plenamente. La población se ha manifestado mayoritariamente en opciones moderadas, integradoras y de consenso (con una participación del 72/75%).

Pues bien, los verdugos han interpretado también a su manera esos resultados y han decidido que van a seguir aplicando matarile y miedo a quien se les ponga por delante, arrogándose la representación del pueblo que, a tenor de los resultasdos obtenidos en el ayuntamiento donde la lista que propugnaron concurrió en las mismas circunstancias que las demás ¡no llegó a conseguir un 7%!

La consecuencia de volver a una lucha armada que debería de haberse extinguido hace ya muchos años, las puede ver cualquiera con dos dedos de frente: reducción del apoyo social a sus planteamisntos e iniciativas (por mucho victimismo que hagan) y favorecimiento de las tesis frentistas y del palo y tente tieso de la derecha más recalcitrante. Sus discursos se realimentan y justifican, reduciendo el debate de la atención sanitaria, la redistribución de la riqueza, la mejora de la educación, la ordenación uarbanística... enfin las banalidades de la vida, a una simple y falsa culpabilización de Madrid o el terrorismo.

La gente hemos hablado en las urnas y ningún iluminado salvapatrias tiene verdad más suprema y absoluta que la de tener el dedo en el gatillo.
Ése es todo su mérito.

En Iruña/Pamplona 7 de junio de 2007
Juanito Monsergas

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