Me cuesta entender, señor Savater, cómo se puede concurrir a unas elecciones sin causa penal que imposibilite el voto y no poder formar parte de una candidatura por el mero hecho de haber figurado en unas listas anteriores. Si hubo delito, júzguese y en caso contrario, no se criminalice.
Todos sabemos que la ristra de siglas que han ido apareciendo pertenecen todas al mismo cocido abertzale, pero a pesar de que muchos no comulgamos ni con sus presupuestos ni con sus razonamientos ni con su accionar, creemos que no se debe de dejar fuera de sufragio la voluntad de 100 o 150.000 electores y que la única cortapisa que puede haber a su candidatura ha de ser la de respetar las leyes.
Llevamos bastantes años soportando las papeletas de Falange, Comunión Tradicionalista y otros partidos con escasísima voluntad constitucional sin decir ni pío, como para que nuestra democracia se resienta porque concurran a ellas unas listas de personas, que exentas de delito, hayan apoyado con anterioridad unas siglas ilegalizadas por la más que discutible Ley de Partidos.
A fin de cuentas, de lo que se trata es de que se incorporen de una maldita vez al debate parlamentario ¿no? Yo particularmente prefiero no votarles libremente.
En Iruña/Pamplona 21 de mayo de 2007
Juanito Monsergas
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